León recibe una comedia de Simon Williams bajo dirección de Paco Mir
Yuste: «Tener como finalidad hacer reír es duro, estresante a veces»
Josema Yuste protagoniza la obra «Nadie es perfecto», hoy y mañana, en el Teatro Emperador
Ha pasado a la historia del humor español formando pareja con Millán Salcedo en el inolvidable dúo Martes y Trece, pero Josema Yuste, que comenzó su labor interpretativa en los escenarios, mantiene en buena forma su trayectoria artística implicándose en proyectos de diversa índole que le permitan cambiar de registro. El último ha sido la adaptación de Nadie es perfecto , una obra de Simon Williams, que será representada hoy y mañana en el Teatro Emperador, con la que lleva más de un año saboreando el éxito. «Es la primera vez que vengo a León haciendo teatro y me voy a volcar, espero no defraudar al público y que la gente disfrute con la función», asegura Yuste, entusiasmado con una propuesta a la que califica como «una comedia de enredo, muy bien escrita, muy entendible en cualquier parte del mundo». Aunque inicialmente estrenada con otros actores; Manolo Codeso, fallecido hace un mes, y Lola Baldrich, que ha dejado la gira para dedicarse a su familia, Nadie es perfecto prosigue su saludable carrera comercial con el nuevo reparto que conforman Amparo Climent, Andrés Resino y Saida Lamas. La historia de un hombre en conflicto, un escritor frustrado que un día decide presentarse a un concurso literario sólo para mujeres, es el punto de partida de una comedia de equívocos y enredos en la que el protagonista tendrá que asumir otra identidad sexual. «Es una comedia romántica que provoca carcajadas», afirma Yuste, «te mantiene dos horas entretenido, no es más que eso, no hay mensaje». Paco Mir, integrante de El Tricicle, es al autor de una versión que llamó la atención del propio autor de la obra. «Vino hace poco a ver nuestra función y nos dijo que era la versión más divertida que había visto, le metimos más gags, las situaciones y el enredo ya venían muy bien escritos pero le aportamos más cosillas, debe ser deformación profesional (risas). Es simple y poco pretenciosa, cuatro personajes en un apartamento, pero pasan cosas muy divertidas y tiene unos gags muy eficaces». La buena sintonía de guionista y protagonista ha dado como resultado un trepidante ejercicio teatral con el que uno de los protagonistas del famoso gag de la empanadilla, no hace falta decir cual, regresa a los escenarios. «Empecé en el teatro antes de estar en Martes y trece, para mí es volver a los inicios, recuperar la ilusión y las ganas de volver a ser actor, que es lo que siempre he querido. Afortunadamente, ha habido un glorioso paréntesis de dieciocho años, espléndido y rico en éxitos de todo tipo», afirma un intérprete que se considera «muy evolutivo, no me gusta quedarme en lo mismo mucho tiempo». Ya que la sombra de Martes y Trece sigue siendo alargada, Josema Yuste asume con naturalidad la curiosidad que despierta su actual relación con Millán Salcedo, su antiguo compañero artístico. «Ahora tenemos incluso mejor relación. Al final estábamos muy cansados de la situación, de nosotros mismos, de hacer humor. Tener como finalidad hacer reír a la gente es muy difícil, es duro, estresante a veces. Ahora cada uno hace lo que le gusta, con mayor o menor reconocimiento, pero hacemos lo que nos apetece». Aunque admite que no se ven muy a menudo, «nos vemos muy poco, eso es verdad, porque somos dos personas muy diferentes, siempre lo he dicho, dos mundos muy distintos», Yuste no descarta volver a colaborar con quien fuera su otra mitad artística durante casi dos décadas. «Estoy pensando en la posibilidad de volver a trabajar juntos, pero no como pareja de humor. Tiene mucho talento, lo sé porque lo conozco bien». Hora: 20.00 y 22.30. Entradas: 15 y 20 euros.