«El éxito del primer 'Operación Triunfo' es difícil de repetir»

Se autodefine como un «profesional del entretenimiento» y no es para menos, ya que durante los últimos quince años ha presentado concursos, musicales y talk-shows. Ahora, Jesús Vázquez hará realidad uno de sus sueños, conducir Operación triunfo en Telecinco. Después, anuncia que se tomará unos meses de descanso y, a lo mejor, hasta se casa. -¿Por qué dice que es un sueño presentar «O.T.»? -Había dos formatos que quería hacer. Uno era Gran hermano y el otro Operación triunfo . El primero lo compró Telecinco justo cuando salí de la cadena. Pero cuando regresé pude presentar El Debate y Gran hermano VIP . -¿Por qué «O.T.» genera tanta expectación? -Porque es una oportunidad muy grande y la gente sabe lo que significa pasar por él. En España hay mucha más gente de lo que creemos que adora la música y que tienen un milagro dentro de sus gargantas que necesitan enseñarlo al mundo. -También acuden al concurso oportunistas que buscan la fama, pero no ganar. -Sí los hay. Los que vengan pensando que esto es llegar, salir cuatro días, cantar más o menos bien e irse de rositas se equivocan, porque ser un artista de verdad, serio y profesional es muy difícil y hay que renunciar a mucho, pelear y trabajar. -¿Por qué le gusta tanto el programa a la audiencia? -Es un misterio. La gente se identifica con él, porque en el fondo todos llevamos un pequeño o gran artista dentro. Todos nos emocionamos viendo a alguien que podríamos ser nosotros mismos o nuestra hermana. Es lo que en el teatro se llama catarsis, esa identificación con lo que está pasando en el escenario. -¿Puede repetirse el éxito de TVE en Telecinco? -Ese sería mi sueño, pero soy muy realista. Hagamos lo que hagamos, el éxito del primer O.T. es muy difícil de repetir, porque ya no tenemos el factor sorpresa. -¿No teme la caída de audiencia del verano? -En verano hay menos personas viendo televisión, pero lo que cuenta es la cuota de pantalla. -¿Qué le ha dado la televisión? -Ha sido un regalo que me ha dado la vida. No me preparé especialmente para ello, pero cuando me puse delante de las cámaras supe que era el sitio donde quería estar, tenía veintitantos años.