El olfato y la obsesión pictórica de Felipe IV

Los Duques de Lugo, acompañados por la ministra de Cultura, Carmen Calvo, inauguraron ayer la exposición El Palacio del Rey Planeta. Felipe IV y el Buen Retiro en el Museo del Prado. En tributo a la figura de Felipe IV como mecenas y coleccionista, esta exposición recrea por primera vez la disposición original de las pinturas del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro durante su reinado. Acompañados del director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, y el presidente del Patronato, Rodrigo Uria, los Duques de Lugo visitaron las 62 obras de esta muestra que evoca el esplendor de un época y el olfato artístico de un monarca obsesionado por la pintura. Además, presenta en primicia otras importantes series realizadas para la decoración de dicho palacio, ya desaparecido, correspondientes al Ciclo de Roma Antigua y a la galería de Paisaje Clasicista. El proyecto de decoración pictórica del Palacio del Buen Retiro constituyó una de las más importantes empresas artísticas del momento, sin parangón en Europa, y la más compleja emprendida nunca por un monarca español. En menos de diez años y fundamentalmente a través de encargos realizados por los representantes de las monarquías del momento en Roma, Nápoles, Amberes y Madrid, Felipe IV formó una impresionante colección de pintura contemporánea con obras específicamente destinadas al nuevo sitio real. Composición La exposición, que consta de cinco apartados, comienza con una visita virtual al exterior del Palacio del Buen Retiro, sigue con una muestra protagonizada por el conde­-duque de Olivares y una serie de bufones de Velázquez y dos Furias de Ribera. A continuación se recrea el Salón de los Reinos del Palacio, la parte más importante de esta exposición porque reúne las grandes obras maestras de la época, pintadas en Nápoles o Madrid, como La rendición de Breda de Velázquez.