Carnicerías muestra los mejores palomares de Tierra de Campos

Camino Bermejo y Vicente García han recorrido cámara en ristre los caminos de Tierra de Campos, visitando las provincias de León, Valladolid, Palencia y Zamora, para dejar testimonio gráfico de una de las edificaciones tradicionales más importantes de esta comarca: los palomares. Con la multitud de imágenes que han capturado a través de sus objetivos han realizado una exposición itinerante que ellos titulan, Los palomares de tierra, que después de visitar distintas salas de exposiciones de Caja España en toda la provincia leonesa llega ahora a la capital, concretamente a la Casa de las Carnicerías. Uno de los motivos de este trabajo es conseguir que no se pierda la imagen de esas construcciones de barro que el tiempo y el abandono están haciendo desaparecer. «Los palomares se están cayendo cada día, se deterioran por falta de cuidados, por falta de uso, por desidia y por dejadez. Poco a poco vuelven a la tierra de la que en su día salieron. Algunos son ya solamente muñones. Se ha tratado de justificar este abandono por la mecanización del campo y los cambios de costumbres de los habitantes de los pueblos, pero eso no debe ser una disculpa. Los palomares tienen continuar existiendo y manteniendo su actividad». Rico patrimonio En la serie de fotografías que este matrimonio de artistas muestran en la Casa de las Carnicerías se conjuga la arquitectura del barro con los amplios horizontes de Tierra de Campos, y se juega con la luz y la belleza casi intangible de los cielos nubosos que magnifican los escenarios de las placas fotográficas. «Los palomares que presentamos tienen unas características constructivas muy diferentes entre sí. Hay sobre todo dos tipos de estructuras, las circulares y las poligonales. Sus cubiertas también son un signo diferenciador». Otro de los motivos del abandono de los palomares es, precisamente, que su producción ya no es necesaria para los habitantes de los pueblos de la zona en que están instalados. «También tiene mucha culpa de su abandono la concentración parcelaria, los palomares han quedado fuera de las tierras de los que eran sus propietarios, se les ha pagado una indemnización y, naturalmente, se han desentendido de ellos. Los nuevos propietarios tampoco los han cuidado...». Cuatro años de trabajo, muchos kilómetros de viaje y cientos de fotografías que Camino y Vicente han resumido en las que pueden verse en esta exposición, que son como un grito en favor de unas construcciones tradicionales que deben continuar, como mínimo, cumpliendo con su compromiso estético. Horario: laborables, de 19.00 a 21.00; festivos, de 12.00 a 14.00. Hasta el 25 de julio. Plaza de San Martín, 1.