Muere el cantaor El Chocolate, la última gran figura del flamenco

El cantaor flamenco Antonio Núñez Montoya, El Chocolate , fallecido la noche del martes a los 75 años recibió ayer el último adiós por parte de familiares, vecinos, amigos y flamencos que pasaron por el domicilio familiar del barrio de la Macarena, para despedirle y acompañar a su viuda, Rosa Montoya Flores. Entre los familiares que asistieron a la casa del cantaor estuvieron el bailaor Juan Manuel Fernández Montoya Farruquito , y su madre, la bailaora Rosario Montoya Manzano, La Farruca , sobrina del fallecido. La Farruca, dijo que, con la muerte de su tío político, «el flamenco está de luto; porque habrá muchos, pero como él, pocos». Su viuda dijo que, «en el cante puro gitano no había otro igual, ni como cantaor ni como persona», y recordó los numerosos trofeos que ganó: los premios Grammy, (galardón latino en 2002 al mejor disco de flamenco), los Ondas y El Giraldillo, además de las Medallas de Andalucía y de Sevilla. El cantaor, que falleció de un cáncer que se le detectó hace unos meses, «ha sufrido mucho, con esas asfixias», según añadió su viuda, a la que acompañaban varios familiares. Antonio de la Santísima Trinidad Núñez Montoya, que era su nombre completo, nació en 1931 Jerez de la Frontera (Cádiz) aunque su nacimiento artístico fue en Sevilla, ciudad a la que se trasladó cuando solo era un niño y en la que aprendió a amar el flamenco. La Junta, que le otorgó la Medalla de Oro de Andalucía, también lo recuerda como «un cantaor ortodoxo y bohemio, que llegó a alcanzar un precioso metal negro en su garganta que le proporcionó un eco inigualable».