INTERFERENCIAS
Llamas de verano
LOS MUERTOS de Guadalajara convirtieron el dantesco incendio en la noticia todavía presente en los informativos casi una semana después de que un dominguero irresponsable iniciara la catástrofe. Al haberse metido la lucha política por medio (poco edificante el rifirafe del Congreso), la noticia sigue en vigor y las televisiones no la apean. En los dos últimos días, los funerales e imágenes de la zona desvastada. Aunque las quemas forestales llegaron a convertirse en los últimos años en una macabra «canción del verano», todo apuntaba a que 2005 cambiaría de registro. Fuera por la prevención o la precaución, la sensación televisiva era de que por fin las llamas perdían protagonismo visual en la tele. Y en esto fallecen once apagafuegos y la sociedad se despierta horrorizada al comprobar como el monte también puede ser una tumba. Peor todavía: descubrimos espeluznados que todavía hay demasiada ignorancia e insensibilidad sobre el medio natural. Somos país con mucho por hacer. Lástima que esos informativos, que durante el verano mantienen una audiencia respetable, no aprovechen para hacer pedagogía. El más obtuso de los televidentes recibiría en su cerebro un chispazo de luz que le impida jugar con fuego cuando sale de la jungla urbana a un pinar. Con publicidad no basta, mejor aprovechar el impacto emocional de una tragedia, a ver si así¿