Salamanca contará con copias de legajos de cinco archivos rusos
Sala de estudio y acceso a documentos del Archivo de la Guerra
El Ministerio de Cultura firmará el próximo otoño cinco acuerdos con otros tantos archivos de Rusia que custodian valiosa documentación referida a la Guerra Civil y la posguerra con el fin de poner a disposición de España copias mocrofilmadas y digitalizadas de sus contenidos que pasarán a formar parte del futuro Centro de la Memoria con sede en Salamanca. Así, lo acordaron ayer en Moscú el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas del ministerio de Cultura, Rogelio Blanco, y el director del Servicio Federal de Archivos de Rusia, Vladimir Pretrovich, que además suscribieron un convenio para poner en marcha una exposición conjunta histórico-documental sobre la Guerra Civil española. Ambas partes decidieron también revalidar el convenio de colaboración en materia de archivos, que data del año 2000 y que tenía una vigencia de cinco años, y potenciarlo mediante la firma de otros cinco el próximo otoño con los cinco archivos rusos. En este sentido, está previsto que las primeras copias de los documentos comiencen a llegar a España hacia mediados de 2006. Hasta el momento, se han traído copias de documentos procedentes del Archivo Estatal de Literatura y Arte de Rusia, entre las que hay documentación generada por escritores españoles en el exilio como Rafael Alberti, José Bergamín, Antonio Machado o Ramón J. Sénder, así como de otros escritores como Juan Valera, Vicente Blasco Ibáñez o Armando Palacio Valdés. Con relación a los archivos, cuya documentación podrá tener copia en el Centro de la Memoria de Salamanca, figuran el Archivo Estatal de Historia Contemporánea de Rusia, el Archivo Estatal de Historia Sociopolítica de Rusia y el Archivo Estatal de Actas Antiguas de Rusia además del Archivo Estatal de la Federación Rusa y el Archivo Estatal Militar de Rusia. El primero conserva documentación sobre las relaciones entre el Partido Comunista de la Unión Soviética y el Gobierno y la izquierda española durante el franquismo y hasta 1991. Asimismo, guarda la documentación generada por el Politburó y el PCUS desde 1952 hasta su disolución en agosto de 1991. En ella hay referencias a los «Niños de la guerra» y las dificultades puestas por el Gobierno franquista para su regreso a España.