Bebo Valdés asegura que no volverá a Cuba hasta el final de la dictadura
El octogenario pianista cubano y máxima figura de la tendencia latina del jazz Bebo Valdés manifestó ayer su deseo de volver a fusionar sus notas con las flamencas de Diego El Cigala , aunque reconoció que «no depende de mi, ni de Diego», sino que «depende de los magnates» de la música. Valdés pronunció una conferencia de prensa en Salamanca antes cerrar con su actuación, esta noche, el ciclo de «Las Noches del Fonseca» de la Universidad de Salamanca e insistió en que nunca imaginó alcanzar un éxito de las dimensiones logradas con Lágrimas negras . Bebo Valdés, que rebosó buen humor en su encuentro con la prensa, insistió en la sorpresa que le ha producido el éxito de ventas y resaltó que «nunca esperé vender con un disco más de cien mil copias», cifra que ha superado ampliamente con el grabado con El Cigala , que se acerca ya al millón de ejemplares. Admitió que, a pesar de su dilatada carrera, no es libre para hacer lo que quiere porque «tengo un contrato que abarca disco, película y ellos para los conciertos tienen una concesión. Es un bloque. Yo trabajo para ese bloque». Sin embargo, recordó con simpatía las contribuciones benéficas que ha podido realizar en ocasiones y avanzó que «ahora se piensa hacer otro, no sé si para África. No sé cuando pero ya tenemos la orden de que se va a hacer». Aunque siempre ha estado en contacto con la música española, «desde los cabarés de Cuba», aseguró que fue su colaboración con El Cigala la que le introdujo en la magia del flamenco, «del que antes sabía muy poco, bueno y ahora tampoco se mucho», comentó. A pesar de que se declara apolítico, Valdés dejó claro que no regresará a su Cuba natal mientras no exista un cambio de régimen porque precisó que «no creo en los dictadores, ni de derechas, ni de izquierdas, ninguno es bueno para el pueblo». En Cuba, argumentó, «el que estuvo antes no fue bueno tampoco, pero al menos había otros derechos, por lo menos existía la Constitución. Soy mayor que los que están en el poder, pero con las cosas que he visto en mi vida, no viviré jamás, ni acepto a un dictador, ni de derechas, ni de izquierdas». El maestro del jazz latino regresaba ayer a Salamanca, dos años después de su última visita, para poner un broche de lujo a la programación de «Las Noches del Fonseca» con un concierto en el que hará un repaso por la música cubano-americana.