Roquetas

EN TIEMPOS llamaban «serpiente» de verano a informaciones insólitas que se dilataban para alimentar a la maquinaria mediática¿ El monstruo del lago Ness, por ejemplo. Ahora andamos en otros cuentos y tenemos el caso Roquetas, abortada la posibilidad de un culebrón con el batiscafo ruso o el Discovery norteamericano. Imagínese lo que hubieran aportado ambos sucesos de prolongarse la tensión dramática, con cámaras retransmitiendo desde el interior lo que sucedía a las respectivas tripulaciones. Vamos, una nueva modalidad de «reality show» (que todo llegará¿), apuestas y SMS incluidos (¿Palmarán? ¿No palmarán? ¿Aflorarán? ¿Aterrizarán?...). Lo de Roquetas casi por ahí, porque magazines matinales e informativos, no paran de administrar un culebrón que amenaza con engullir agosto hasta nueva orden. Galdeano entró en el cuartel de la Guardia Civil para salir con los pies por delante. Ayer el caso dio un suculento giro televisivo al confirmarse que su estado era impropio de un cívico ciudadano. La autopsia confirmó la rotura del esternón, pero también que había mezclado algunas drogas. Se alborotará el gallinero. Encima, aun se estila eso de salir por la tele. Hasta los niños imitan a sus mayores y se manifiestan para gritar cosas muy serias. De no ser por la tele, el caso Roquetas se quedaría en incidente muy lamentable. Ahora es carnaza mediática¿ de verano.