Pulso entre expertos, políticos y propietarios

Fue el pasado mes de octubre cuando desde el Congreso de Arqueología Romana que se celebró en la ciudad se lanzaba una advertencia que ha resultado ser profética: «La conservación de los Principia necesita del diálogo entre expertos, administraciones y constructores». Profética por su falta total de cumplimiento. Ni las autoridades se han coordinado con los historiadores y arqueólogos para conocer con exactitud ante qué nos encontramos en el solar de San Pelayo, ni, por otro lado, los constructores parecen sensibles ante las necesidades de conservación del patrimonio cultural leonés; máxime si municipio y gobierno autonómico no buscan la manera más justa y equilibrada para satisfacer a unos y a otros. El consistorio aún no ha sabido encontrar la manera de hacerse con el control de la parcela (los propietarios rechazaron su invitación de permuta por otro solar, por no considerar equitativo el cambio); y la autonomía, por su parte, se ha erigido en el más persistente freno al proyecto de conservación, ofreciendo la Comisión de Cultura de la Delegación Territorial informes negativos a dicha conservación y, por tanto, abriendo las puertas para su destrucción bajo las capas de cemento. Por si fuera poco, los propietarios han impuesto un contencioso y la asociación Pro Monumenta ha anunciado otro. Ahora, el alcalde quiere hablar con todas las partes implicadas y salvar los restos del embrollo legal y burocrático en el que se encuentra. Si nuestros representantes hojearan de vez en cuando el periódico y hubieran leído el titular del 21 de octubre pasado, quizá todo esto no hubiera sido necesario.