INTERFERENCIAS
Otras cámaras
AYER, Tele 5 y TVG competían con pruebas deportivas matinales. La privada daba el GP de Turquía de Fórmula 1 y la autonómica apostaba desde Vigo por el todavía minoritario deporte de regatas, con el Campeonato de España de Traineras. Ambos espectáculos se ven muy distintos en la pequeña pantalla por una simple cuestión de cámaras. La tecnología llegó ya al automovilismo con la instalación de cámaras en los coches, mientras en las regatas se mantienen como hace años. Cierto que un circuito permite posibilidades que el mar hace casi inviables o al menos, complicadas. Al margen de que en Fórmula 1 haya mayor despliegue de cámaras, que permiten al realizador mejores recursos, en las regatas se hecha en falta mayor variedad de tomas con cámaras en las naves, externas o anfibias. Por eso estas competiciones transmiten menor emoción que las de asfalto. Todo llegará porque las pruebas deportivas son el mejor laboratorio para experimentar, aunque ahora pueda resultar ridículo proponer, por ejemplo, una microcámara incrustada en un balón de fútbol, en la bota de un jugador o portada por el propio árbitro. El espectador es visualmente insaciable y la rutina el peor antídoto contra su interés. Como la tele prioriza las audiencias, el futuro pasa por la imaginación y la innovación tecnológica.