Desgracias

GIMÉNEZ no da respiro ni en agosto. Por la mañana (La Primera) es la revista matinal con la que intentan arañar share a las privadas, y al frente están Inés Ballester y Manuel Giménez, comisario de policía en tiempos. Será por eso que se le da bien acercarse a cuanta desgracia se produce en este país, como plato fuerte de su revista, pues crónica del corazón y cocina, son ingredientes comunes a sus competidores. Aunque estos también suelen detenerse en desgracias cotidianas, es diferente el toque de Giménez, especialista por razones obvias, tanto en métodos policiales como en procedimientos varios. Ayer nos habló de un fallecido al que se llevó la riada, de una mujer muerta supuestamente por un novio despechado, de una negligencia médica, del entierro en Ribeira de un soldado accidentados en Afganistán¿También se ocupó del asesinato del dueño de una gasolinera en la murciana Puebla de la Mula. Al pobre le dieron dos tiros, uno de gracia. Llevaba el penoso récord de doce atracos en nueve años. Giménez habló en directo con otro empresario, íntimo de la víctima. Preguntaba desde Madrid y el hombre respondía como una ametralladora. Demasiados minutos para alimentar ese morbo que la audiencia demanda. Los crímenes que interesan a Por la mañana son una variante más del reality show.