INTERFERENCIAS
Llamas
POR DESGRACIA no hay verano sin llamas, pero lo de este agosto está resultando particularmente dramático en Galicia, con fuegos en su mayoría provocados, sin duda obra de psicópatas y degenerados... Peor lo tienen en la vecina Portugal, una pena. Los informativos de los últimos días abren con terribles imágenes de incendios y más incendios, y en un alarde de ingenuidad se podría creer que es la fascinación que la tele ejerce sobre los pirómanos, la que anima a plantar fuego al monte. Aunque ya se percibe un leve giro en su tratamiento informativo (mostrando imágenes desoladores de los montes calcinados e introduciendo reflexiones sobre el daño ecológico y lo mucho que se tardará en recuperarlos), convendría cargar sobre los presuntos incendiarios ya detenidos, sobre las penas que les esperan e incluso sobre su condición de apestados sociales¿ Ya dijo alguien sobre que todos aspiramos a un minuto de gloria en la tele. Puede que haya enfermos que así lo crean y aspiren a ello prendiendo fuego. Puede. Ahora bien, a nadie escapa que también hay intereses bastardos en muchas de esas llamas. Que los digan por la tele. Y que digan también que alternativas hay para el monte, alternativas que nunca se llevaron a cabo. Que el monte patrimonio de todos deje de ser un eufemismo y se haga real. En la tele también.