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Ésta es la primera novela del autor de «El Código da Vinci» que apareció hace diez años en EE.UU.

Dan Brown retrata a España como un país tenebroso en «Fortaleza digital»

La obra, ambientada en Sevilla, llegará a las librerías españolas el mes de marzo

Brown retrata a la España de la década pasada como tercermundista

Publicado por
Miguel Lorenci - madrid
León

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Los hospitales apestan a orines. Tienen catres en lugar de camas. Los policías son corruptos y son habituales los sobornos. Hacer una llamada internacional es una odisea y el regateo es practica común en los mercados. ¿Hablamos de alguna república bananera? ¿De algún país sacudido por la guerra o en plena posguerra? No. Es la España de la década pasada, según el deformante prisma de Dan Brown, el autor del archifamoso Código Da Vinci que retrata esta tenebrosa realidad en su primera novela, escrita hace un decenio y ambientada parcialmente en Sevilla. Se titula Fortaleza Digital (Digital Fortress) y estará en las librerías el próximo mes de marzo publicada por el sello Urano. A las librerías estadounidenses llegó en 1996 y marcó el primer éxito americano de Brown, a quien la fama global le alcanzaría un decenio después con el efecto Da Vinci que convierte en oro todo lo que escribe. Exploraba ya la fascinación de Brown por los códigos cifrados, las agencias de inteligencia, y el entonces emergente fenómeno de Internet. Pero retrata una España decididamente tercermundista en la que fracasa la tecnología, la sanidad es deplorable y la corrupción es un hábito. «Un pulmón perforado era fatal, quizá no en lugares del mundo más avanzados médicamente, pero en España era fatal» se lee en la novela de Brown, que arranca con una desgraciada muerte en Sevilla, ciudad en la que Brown no debió tener una feliz estancia en función del retrato al que dio pie. Siniestro Becker es el protagonista de la novela. Será testigo de una muerte en la sevillana Plaza de España y visitará un hospital fantasmal y patético, según la descripción de Brown en el capitulo 20: «La clínica de la Seguridad Social era como un siniestro set montado para una película de terror de Hollywood (...) El aire olía a orina... Una mujer sangrando...Una pareja joven llorando... Una niña rezando... Becker llegó al final del oscuro vestíbulo. La puerta de su izquierda estaba ligeramente entreabierta y la empujó. Estaba vacío, excepto una vieja marchita, desnuda en un catre, esforzándose con su orinal de cama». Hacer una llamada internacional en esa España subdesarrollada y miserable es una odisea. «Como en una ruleta, todo depende del momento y de la suerte». Practicar el turismo en esa siniestra Sevilla es como jugar a la ruleta rusa y visitar la Giralda puede costarnos la vida. «Las escaleras eran empinadas, aquí habían muerto turistas. Esto no era América, no había señalizaciones de seguridad, ni pasamanos ni avisos sobre pólizas de seguros (...) Si uno era los suficientemente estúpido para caerse, era tu propia culpa. Independientemente de quien construyó las escaleras». En un país como «España, que no es conocida por su eficiencia» no se libran del atraso las fuerzas de seguridad ni los mercados. El protagonista se hace pasar por policía y amedrenta a un turista. Lo amenaza con implicarlo en un asunto de prostitución y con llevarlo a comisaría «si no hacemos un trato». «El alemán había oído historias de corrupción en la Guardia Civil», escribe Brown. Habla también de mercados en los que impera el regateo, como en los zocos. «Los americanos no regatean muy bien. Usted no duraría un día en nuestros mercados», le dice una mujer al protagonista. Se refiere también de forma peculiar a los restos de Cristóbal Colón, a quien eleva casi a la categoría de santo. «La iglesia española está muy orgullosa de poseer sus reliquias», escribe Brown, para precisar que una de esa «reliquias» es el escroto del descubridor. Inspiración sevillana Paradójicamente, no está confirmado que Dan Brown haya regresado a Sevilla para documentar su trabajo. Su biografía sí reseña su paso por la universidad sevillana en el año 1995 para estudiar historia del arte y asegura que en la capital hispalense le asaltó la inspiración que cuajaría finalmente su existoso Código da Vinci . Hijo de un reputado profesor de matemáticas y de una compositora de música sacra, Dan Brown creció en un ambiente interesado por la filosofía, la ciencia y la religión que fue caldo de cultivo y fuente de inspiración para su novela Ángeles y Demonios.

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