El Festival de Órgano pone en atril una de las obras más serena del compositor francés
La Sinfónica de Galicia homenajea hoy a Vicente Díez en la Catedral
«El Réquiem» de Fauré y la «Quinta» de Schubert estarán en el atril, con Massimo Spadano al frente
La Orquesta de Cámara de la Sinfónica de Galicia, con Massimi Spadano al frente, rendirán hoy homenaje al que fuera director de RNE en León, Vicente Díez, fallecido hace algo más de un año, con un concierto a las nueve de la noche en la Catedral en el que se pondrán en atril dos obras de incuestionable carisma y calidad como son la Quinta Sinfonía de Schubert y el Réquiem de Fauré. Serán sus solistas principales Mari Carmen Subrido, soprano y José Luis Vázquez, barítono. Nacido en Lanciano, Massimo Spadano consiguió el diploma «cum laude» de su pais. Más tarde obtuvo el diploma de solista en la Universidad de Utrecht bajo la guía de Viktor Libermnan y Philippe Hirschhorn. Ha sido miembro de la European Community Youth Orchestra; concertino y solista en distintas formaciones con las cuales ha actuado en las más importantes salas del mundo. Dedica gran parte de su actividad a la música antigua con instrumentos originales y a su investigación, participando en la edición de numerosos volúmenes de música barroca con la Camerata Anxanum, orquesta italiana de la cual es miembro fundador. Desde el 1996 es concertino de la Orquesta Sinfónica de Galicia y como director ha trabajado con la Orquesta de Cámara de la misma, la Orquesta Sinfónica del Vallés, la Orquesta Ciudad de Granada y la Orquesta do Norte de Portugal. Siempre como concertino, ha colaborado con l'Orchestre National de Lyon, l'Accademia di Santa Cecilia de Roma, Orchestre de Chambre de Lausanne, Orquesta Ciudad de Granada, Sinfónica de Tenerife, Teatre Liceu y con grupos barrocos como, l'Ensemble Baroque de Limoges con Christof Coin, l'Ensemble Zefiro, Hesperion XX y Les Concert de Nation con Jordi Savall. Ha grabado discos con distintos sellos, Denon, Opus 111, Bongiovanni, y Auvidis Astrèe y con esta última ha recibido uno de los mas destacados reconocimientos discograficos, «Choc Musique», por su grabación de sonatas de Reickard. El Réquiem de Fauré data de 1888, pero su moderación en las formas recurriendo más al campo melódico que al affaire sinfónico, hace que esta obra se convierta en una composición de cámara. A ello ha contribuido, sin duda, su buen hacer como organista y su dominio del canto gregoriano. Réquiem aeternam La obra está compuesta a la memoria de su padre. Escrita para soprano y barítono, órgano y orquesta, se estrenó en la iglesia de La Madeleine de París en 1888. Su característica más importante es la sencillez; el compositor evitó deliberadamente cualquier intento de dramatismo, como ocurre en réquiems de otros autores, concentrándose mas bien en la creación de una atmósfera de serenidad y contemplación; de ninguna manera cae, por ello, en la superficialidad, pues sabe decir las cosas con naturalidad y sin hacer uso de un estilo grandilocuente. La escritura vocal del Réquiem se caracteriza por el uso del coro intercalado por partes solistas; esto se hace evidente en el Introito, donde después de un poderoso unísono de la orquesta, las voces murmuran «réquiem aeternam». Son diecisiete compases donde la forma introito le sirve al autor de verdadera introducción, en la que los unísonos descendentes de la orquesta acompañados o más bien respondidos por el coro, crean el clima propicio. Hora: 21.00 horas. Lugar: Catedral de León. Entrada: libre.