Un tratamiento contra el duelo

Alejandro Jodorowsky roció su intervención de ayer con chistes, historias, anécdotas y máximas de filosofía zen. Pero, sin duda, las más aplaudidas fueron las relacionadas con su labor de psicomago. A su consulta acuden cientos de personas aquejadas de problemas físicos y de personalidad. He aquí una de ellas: «Una vez acudió a mi consulta un joven que no era capaz de orinar. Le dije que acudiera a un médico pero me aseguró que su problema no era físico. Entonces, le pregunté desde cuando no podía mear. Desde hace dos años, me contestó. Fue en el momento en que me dejó mi novia. ¿Tienes algún recuerdo suyo? ¿Fotos o cartas? Coge las cartas de la novia que te dejó y quémalas en un orinal. Rocía tu sexo y tus riñones con las cenizas que obtengas de esas cartas y métete en la bañera. A continuación, pídele a tu madre que te lo quite con una esponja. Los restos, tíralos en un jardín y planta un árbol. En ese mismo momento comenzó a orinar. El acto de su madre fue una especie de acto sexual. Se liberó del recuerdo de su novia y del sufrimiento nació vida en la forma del árbol».