| Reportaje | Pintura valiente |
El artista vence a los elementos
El creador leonés Miguel Ángel Febrero expone sus viejos y nuevos cuadros en la muestra más llena de emociones de todo el año, acogida durante estos días por la galería Ármaga
Los artistas tienen muy fuerte el espíritu. No hay vendaval, ni tornado, ni terremoto, ni catástrofe alguna que pueda doblegarlos. Los artistas están más allá del bien y del mal, en un universo diferente, en un mundo muy apartado de la rutina cotidiana, de las calles corroídas por la polución, de la asfixiante presión del consumo, de las miserias y limitaciones de la carne. Por eso, a pesar de las agresiones que pueden sufrir, por encima de las desventuras que intentan infligirles, se alzan victoriosos, con el espíritu triunfante de los ganadores de casta. Miguel Ángel Febrero, uno de los pintores más destacados de la amplia nómina del arte leonés, ha luchado contra los elementos, que le han infligido un duro castigo... y ha salido triunfante. Ha regresado al arte después de pasar una larga temporada en el purgatorio de la oscuridad, del silencio. Y lo ha hecho con fuerza, con una gran exposición en la que se recogen sus trabajos de los últimos diez años y, también, sus nuevas obras, en las que se manifiesta con el espíritu gozosamente infantil del que se reincorpora después de un gran trauma, del que tiene que vencer aún muchas barreras para volver a ser el elogiado artista que se consagró con sus misteriosos personajes, sus paisajes de ensueño o sus collages llenos de fantasía. En la galería de arte Ármaga nos encontramos con el antiguo y el nuevo artista: Febrero se ha retratado para esta ocasión en un cuadro lleno de citas expresionistas, como un pequeño homenaje a la pintura expresionista alemana y, también, como una dedicatoria a sí mismo, a sus ganas de vivir, a su interés por vencer totalmente unas dificultadas que impiden correr a sus piernas, pero que no han podido dejar paradas sus ideas, que han sido incapaces de encadenar sus pensamientos. Es ésta, sin duda alguna, la exposición más llena de emociones del año. Por encima del valor pictórico de los cuadros de Febrero que se exponen, que es altísimo, está el valor añadido de esos tres lienzos de su nueva etapa, en la que con el temblor lógico de su mano izquierda, no acostumbrada a este ejercicio, ha conseguido poner colores a una visión distinta de la Catedral, ha logrado imprimir ritmo de danza ritual a unos personajes que surgen milagrosamente de una vorágine de fuertes cromatismos y, como decíamos, ha plasmado su propia imagen en un espléndido autorretrato en el que se resume todo su titánico esfuerzo de los últimos tiempos. Y, por último -como dice Luis Aznar-, Febrero es por encima de todo una buena persona. Un hombre digno que cada día se revela contra la adversidad y que, arropado por sus mujer y sus hijas, coge los pinceles y se autorretrata con la mirada limpia, como corresponde a un artista, a un luchador, a un buen hombre. Horario: de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 20.00, sábados de 12.00 a 14.00. Calle Alfonso V, 6.