Diario de León

El concierto está incluido dentro de la programación del Festival Internacional de Órgano

La Orquesta de Castilla y León toca hoy en el Auditorio la cuarta sinfonía de Mahler

Bajo la dirección del titular de la orquesta, Alejandro Posada, cantará la soprano Raquel Lojendio

La Orquesta Sinfónica de Castilla y León vuelve a pisar el escenario del Auditorio esta noche

La Orquesta Sinfónica de Castilla y León vuelve a pisar el escenario del Auditorio esta noche

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Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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Un esperado y atractivo concierto es el que esta noche, a las 20.30 horas en el Auditorio Ciudad de León, ofrecerán la Orquesta Sinfónica de Castilla y León junto a la soprano canaria Raquel Lojendio, en el que además se incluirán obras de Benet Casablancas, Epigramas I y II ; Héctor Villalobos, y la hermosa Bacchiana Brasileira nº5 . Las localidades se pueden retirar en la sede del Festival de Órgano (Gran Vía de San Marcos, 5) de 10.00 a 14.00 horas o dos horas antes del concierto en las taquillas del Auditorio. Mahler es considerado el último importante representante del sinfonismo alemán. Como tal es el heredero legítimo de la tradición austríaca; en efecto, sus sinfonías utilizan amenudo temas que ya existían en los lieder compuestos anteriormente, por no decir que el contenido de las mismas parece inspirarse en temas literarios o filosóficos, como ya ocurriera en algunas obras de Berlioz o Liszt. Sin embargo, sus hallazgos en materia de innovaciones vocales y acústicas son de sumo interés. La sinfonía nº 4 en Sol Mayor la comenzó Malher en 1899, terminándola el 6 de agosto de 1900. El estreno lo realizó el propio autor el 25 de noviembre de 1901 en Munich. Está escrita para soprano y orquesta, aunque la voz de la soprano sólo interviene en el cuarto movimiento, un lied sobre un poema de Das Knaben Wunderborn. Su complejidad contrapuntística nos revela la madurez creativa del autor; en ella, aunque en menos grado que en las tres primeras, se retrata Mahler como un tardío seguidor del romanticismo. Esta sinfonía se puede considerar como un momento de reflexión de las anteriores y de partida para las siguientes. Es básicamente una obra alegre, pero a la manera de Mahler, es decir, la felicidad humana es difícil de conseguir, pero sí la celestial. La sinfonía nº4 de Mahler para soprano y orquesta en realidad nace de un séptimo movimiento de la tercera, suprimido posteriormente por el autor. En ella Mahler sueña con un reino celeste al que él también aspira. En realidad, comienza con un allegro que nos hace pensar en una sutil parodia del lenguaje neoclásico. Efectivamente, los instrumentos imitando a los pájaros y a la propia naturaleza, caminan alegres y saltarines sin saber muy bien a donde van, pero manifestando simplemente la alegría de vivir, buscan con sus melodías paz y felicidad. Las flautas al unísono parecen anunciar esa felicidad confirmada por la estridente llamada de las trompas. Todos los instrumentos van intercalando sus diversas melodías en un afán juguetón por participar en la fiesta. In gemächlicher Bewegung. Ohne Hast (Moderado. Sin prisa), es una especie de danza macabra que rememora la música callejera de la edad media. Un violín sólo, cual demonio solitario, es el encargado de conducir el espectáculo. El clima que crea, sin embargo, no es maligno, al contrario, se trata de una fiesta mundana que sólo trata de proporcionar felicidad, pero cuando parece que el scherzo nos descubre el paraíso aparece la muerte de repente que lo inunda todo. En el Ruhewoll (Tranquilo) las cuerdas solas con una melodía confiada a los violonchelos y en un ostinato lento acompañado por los contrabajos, aportan a la obra una profunda calma. Se alternan el Sol Mayor con el menor en una serie de variaciones que luchan entre sí en un afán por buscar la felicidad que antes no consiguieron, hasta que de repente surge el Mi Mayor como una auténtica aparición cantado por la orquesta: es la visión del paraíso. Aquí quería llegar Mahler, pues a partir de ahora regresarán la calma y la quietud. Hora: 20.30. Entradas: 9 euros (platea) y 6 euros (anfiteatro). Se pueden comprar en la sede del Festival de Órgano o dos horas antes en taquilla.

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