Amilivia da 20 días para agotar la víaamistosa o expropiará los Principia

El Ayuntamiento está decidido a salvar los Principia -los restos del cuartel general de la Legio VII hallados en un solar de la calle San Pelayo- y lo hará por la vía amistosa o recurrirá a la expropiación. La Comisión Municipal de Urbanismo acordó ayer dar un ultimátum a la familia propietaria de esta parcela, en la que estaba prevista la construcción de un edificio de viviendas. Hasta la fecha, los dueños del solar han rechazado una tras otra todas las ofertas lanzadas por el Ayuntamiento para evitar la destrucción de unos restos únicos, que movilizaron a la ciudadanía el pasado mes de septiembre en la primera gran protesta en defensa del Patrimonio que ha visto esta ciudad. Si en el plazo de 20 días los constructores no presentan una «propuesta razonable», el Ayuntamiento está decidido a iniciar el expediente de expropiación, aunque, como aclaró el alcalde, Mario Amilivia, no afectará a toda la parcela, sino exclusivamente a la zona donde se encuentran los citados restos arqueológicos. Esta decisión se produce después de que los propietarios desestimaran la última oferta del Ayuntamiento, quien les proponía permutar el solar de San Pelayo por una parcela situada en la zona de la Universidad, de similares características y con las licencias oportunas para iniciar la construcción. Según la concejala de Urbanismo, María José Alonso, «hasta el momento los propietarios del solar nunca se han pronunciado y no sabemos qué es lo que quieren». El alcalde tiene la impresión de que «cualquier propuesta que hace el Ayuntamiento es inasumible» por parte de los propietarios, a quienes instó a que planteen una oferta «razonable» para poder zanjar este conflicto. El Ayuntamiento volverá a pedir a la Junta la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para los Principia, lo cual, desde el punto de vista legal, permitiría acudir directamente a la expropiación. La Comisión Territorial de Patrimonio, dependiente de la Junta, no exigió en su momento a los dueños que conservaran los restos arqueológicos, pasando el conflicto al Ayuntamiento.