«Los Estados Unidos son una fuerza peligrosa y agresiva»

El dramaturgo británico Harold Pinter se ha distinguido por su crítica política y por su compromiso en favor de los derechos humanos. Pinter nació en Londres el 10 de octubre de 1930, hijo de un sastre de origen judío, y estudió en la Real Academia de Arte Dramático de Londres. En 1949 se convirtió en objetor de conciencia y se negó a hacer el servicio militar. En ocasiones, sus posturas políticas han resultado controvertidas, como cuando se unió al Comité de Defensa de Slobodan Milosevic después de la intervención militar de la OTAN en Kosovo. Su primer trabajo profesional, Focus on Football Polls , fue en la BBc, mientras que su primera obra teatral, La habitación , la estrenó en 1957, cuando aún actuaba en teatros ingleses y en el Ulster. Pinter trabajaba los temas constantes de su prolífica obra: el lenguaje como una tapadera de la desnudez humana, la lengua cotidiana como un abismo de incomunicaciones, la aparición de una amenaza exterior y latente, de un pasado que no nos deja en paz, la pulsión soterrada y tortuosa del sexo. Ampliamente representado Así, Pinter puede considerarse como el cabeza de lanza de la generación teatral denominada en Inglaterra Renacentista del teatro . Sus obras han sido traducidas a muchos idiomas y representadas en gran cantidad de países. Entre su amplia producción teatral destaca La habitación, La fiesta de cumpleaños, El portero , con la que consiguió uno de sus mayores éxitos en Europa y Estados Unidos. Están también La colección, Los enanos, El amante, Regreso a casa, Viejos tiempos, El silencio, Paisaje y El fundamento . Desde 1978 no volvió a escribir una obra teatral completa hasta 1993, cuando realizó Luz de luna (1994). Entre los guiones que ha escrito para radio, televisión y cine, destacan El sirviente (1963), El accidente (1967), La mujer del teniente francés (1981), Traición (1982), Diario de una tortuga (1985) y El juicio de Franz Kafka (1990). Harold Pinter, cuya lista de galardones recibidos es prolija (premios Shakespeare, Pirandello, Molière de Honor, etc), ha dicho del oficio de dramaturgo que es «la escritura más difícil, la más desnuda. Uno está muy limitado. He trabajado también para el cine, pero no me ha resultado fácil hallar satisfacción con una idea original para un filme». En cuanto a la política, ha escrito: «Creo que Estados Unidos, tantas veces descritos por ellos mismos como el bastión de la democracia y la libertad, son una fuerza peligrosa y agresiva, violadora del derecho e indiferente a la suerte de millones de personas que sufren sus acciones».