Crémer: «La prensa española está desvertebrada y deshuesada»

Victoriano Crémer (1907) afirmó ayer en Ávila que la prensa española actual se encuentra «deshuesada y desvertebrada», porque hoy en día «nadie lee en España». Crémer realizó estas declaraciones a los periodistas minutos antes de recoger de manos de la vicepresidenta primera de la Junta de Castilla y León, María Jesús Ruiz, el VIII Premio Nacional de las Letras «Teresa de Avila», organizado por el Ayuntamiento de la capital y dotado con 9.000 euros, junto a la edición de un libro que repasará su trayectoria. El escritor galardonado, columnista de Diario de León en la sección Crémer contra Crémer , aseguró que esta tarea «abruma un poco, gasta demasiado y no conduce a nada», para añadir, «con todos los respetos», que los que, como él, escriben en los periódicos lo hacen «para nadie». Justificó este argumento señalando que «en España no lee nadie, comentan las cosas, pero no las leen», de ahí que se tengan que hacer «verdaderos milagros y prodigios de tácticas y estrategias literarias para que la gente se dé cuenta de lo que se quiere decir». «Creo que hoy la prensa española es una prensa deshuesada, desvertebrada, como señalaban antes los que decían cosas importantes», argumentó Victoriano Crémer, para apuntar: «me da la sensación de que nosotros estamos hablando porque nos repetimos las cosas los unos a los otros». En este sentido, explicó que lo que influye «de manera total» en este comportamiento es la televisión, que hace que la creación «se convierta en una cosa vulgar, porque no hay nada en España más vulgar que la televisión española». Respecto al premio, se mostró «gratamente sorprendido» y «orgulloso» de recibirlo, ya que los que habitualmente se dedican «a este menester de escribir» son «vanidosos por naturaleza» y cualquier reconocimiento de estas características les resulta «necesario para seguir viviendo». Autodidacta Tras reconocer que pertenece a un «santoral diferente» al de Santa Teresa, admitió que la mística abulense constituye «un ejemplo para todos, por eso se la llama doctora de las españas». Según Crémer, se limita a ser «un hombre pequeño y errante, como dijo Pío Baroja, que además hace poesía, no ligada a las modas, sino propia». Por ello, aseguró que «no pensó» que la fundación de la revista Espadaña , en la que forjó una «ruptura de lazos de acuerdo con su conciencia», se convirtiera «en pasquín del desasosiego, sencillamente porque la poesía ni pervierte ni salva a los pueblos». Reconoció que su vocación como escritor fue «tardía», ya que le llegó cuando tenía 50 años, lo que a su juicio «implica una falta de preparación previa». «Me he hecho un poco a mí mismo», apuntó, al mismo tiempo que admitió que esta circunstancia lleva aparejadas «algunas carencias». El jurado estuvo compuesto por Juan Manuel de Prada, Gonzalo Santonja, Olegario González de Cardedal, Antonio Colinas, Antonio Piedra, José María Muñoz Quirós y el alcalde de Ávila. «Escribir en los periódicos abruma un poco, gasta demasiado y no conduce a nada» VICTORIANO CRÉMER Poeta