Luis Ramos se adentra en la poética cruel de la vida en la mina

Una visión poética e inclemente del mundo de la mina. Este ha sido el leit motiv del fotógrafo Luis Miguel Ramos, cuya exposición podrá verse en el Palacio de Don Gutierre desde el viernes. Alrededor de medio centenar de imágenes captadas a lo largo de catorce años entre 1989 y el 2003 durante las visitas que el artista realizó a las explotaciones de Caboalles de Arriba y Tremor con el fin de captar en ráfagas la dureza del quehacer diario en una mina. Trece años en los que las cosas han cambiado - «en la escondida quedan apenas 70 trabajadores de los 380 que había en el año 89»- pero que demuestran que en lo esencial continúan inmutables. «Los rostros de los mineros siguen teniendo ese mismo halo de heroísmo cotidiano», asegura Ramos, que ha dedicado una parte esencial de su trabajo a describir a través del trazo del blanco y el negro la oscuridad petrea que no disimulan los trabajadores durante los momentos previos a aventurarse a las simas de las venas de la tierra. Además de los semblantes, el fotógrafo ha surcado a través de imágenes que, como el momento de la ducha -el triunfo del día- se convierten en rituales para hombres que convierten el final del trabajo en una victoria sobre la muerte. En estos momentos, Luis Miguel Ramos -fundador de la Fundación Focus- prepara una exposición, también de años, a través de la cual quiere mostrar la situación de una de las zonas más castigadas de la provincia: la comarca de La Cepeda. Lugar: Palacio de Don Gutierre. Fecha: la inauguración tendrá lugar el viernes a las 19.30 horas.