Director de cine
«A la gente del Norte de España nos fascina y atrae el flamenco»
La nueva película del cineasta aragonés, «Iberia», consigue una buena acogida de la crítica en la Seminci vallisoletana: se trata de una recreación de la obra de Albéniz que aúna el flamenco, la música clásica y el ballet
Cercano, hablador y especialmente comunicativo se mostró Carlos Saura durante la presentación en la Seminci de su última y esperada película, Iberia , una versión libre de la famosa obra para piano de Isaac Albéniz, en el centenario de su estreno, que ha contado con un elenco de primeras figuras del baile y del cante: Sara Baras, Antonio Canales, Aída Gómez, Manolo Sanlúcar, Enrique Morente y los pianistas Rosa Torres Pardo y Chano Domínguez, entre otras primeras figuras. -¿Cómo surge «Iberia» y cómo la definiría dentro de su producción? -Iberia es un proyecto antiguo, de hace más de tres años, que partió del productor Álvaro Longoria, quien quería hacer con Rosa Torres Pardo una película sobre esta suite. Me llamaron, lo consideré, me agradó el proyecto y ahí empezó a fraguarse. En sí el filme es un musical que carece de argumento, pero en absoluto es un documental. Creo que como mejor se puede definir es como una recreación de una música escrita por un grandísimo compositor, adaptada ahora por Roque Baños y que se puede bailar. -Rosa Torres es quien abre el filme con la primera de las piezas que componen la obra. Aquí no hubo adaptaciones y ella lo interpreta tal cual. -En efecto. Rosa es una maravillosa pianista que desde el inicio comprendió lo yo quería y, aunque no lo adaptó, sí supo captar el alma de ese primer número Evocación con el que arranca la película. Con Triana fue aún mejor y lleva su sello personal. Fue un acierto contar con ella. -Algún purista ha dicho que por qué no mantener la música original de Albéniz y, sobre todo, cómo un catalán que no escribió nunca de flamenco pudo entenderlo. -Sencillamente porque yo no quería eso. Yo quería diversidad de ritmos, de miradas, de actitudes y haciéndolo con piano sólo caería en la monotonía y me limitaría. Y eso de que Albéniz no entendía el flamenco habría que medirlo muy bien. Porque si no, cómo se entendería que dos de los compositores más grandes que ha tenido España, Albéniz y Granados, hayan sido catalanes y hayan escrito la mejor música del sur. Yo mismo soy aragonés y siempre me ha fascinado el flamenco. Creo que hay una atracción Norte-Sur que nos fascina. -¿Cómo ha logrado crear esta obra, eminentemente visual, con tanta economía de medios? -He rodado con dos cámaras digitales de alta definición, y eso me ha permitido una gran movilidad, sobre todo no te fuerza a cortar y puedes ver las tomas en tiempo real, algo que con las otras no sucedía. Fue un acierto de los productores permitirme hacerlo con este material tan novedoso. No me gusta rodar demasiado. Vengo de una época, la franquista, que te obligaba a economizar y a no hacer dispendios. Iberia me ha permitido una mayor diversidad sin demasiado gasto, hasta el punto de que algunos de estos artistas han hecho su propia versión, como es el caso de la propia Sara Baras, Manolo Sanlúcar, Enrique Morente o Antonio Canales, lo que es magnífico. En una palabra, se puede decir que ha habido una colaboración muy estrecha con ellos, lo que me ha permitido hacer el tipo de filme que tenía pensado.