Servirán para rehabilitar templos que no sean Bien de Interés Cultural
Las iglesias leonesas recibirán ayudas por valor de 1,3 millones
Fomento, Diputación y Obispados crearán una comisión para decidir qué edificios son los beneficiados
Julián López, Antonio Silván, Javier García-Prieto, Camilo Lorenzo y la diputada Natividad Cordero
El valor total de las ayudas de este convenio es de 1.350.000 euros, pero aún no se sabe a qué edificios va a beneficiar. Ayer, el consejero de Fomento, Antonio Silván; el presidente de la Diputación, Javier García Prieto; y los obispos de las diócesis de Astorga y León, Camilo Lorenzo y Julián López, se reunieron en el Palacio de los Guzmanes para firmar dos convenios de reparación de iglesias rurales, anual en el caso del asturicense y bianual en el caso del legionense. El coste de la subvención para León asciende a 900.000 euros, financiado a partes iguales por las tres instituciones citadas, como asimismo sucede con Astorga, cuyo montante es de 450.000 euros. Estas cantidades irán destinadas a obras de mantenimiento y recuperación, especialmente reparaciones de muros y cubiertas. Los beneficiarios de este acuerdo serán iglesias y ermitas de áreas rurales de las dos diócesis que no estén declaradas Bien de Interés Cultural. El obispo de Astorga aseguró que por el momento no se conoce, en concreto, qué templos recibirán las ayudas, ya que aún es necesario crear una comisión mixta entre Consejería de Fomento, Diputación y Obispados para decidirlo, siempre en función «de la urgencia de cada caso». También alabó Camilo Lorenzo la «coordinación» entre instituciones que ha hecho posible este acuerdo, enmarcado dentro del programa Arquitectura de la Junta de Castilla y León. A su vez, el obispo de León, Julián López, agradeció las ayudas recibidas pero hizo hincapié en el hecho de que también los propios habitantes de los núcleos afectados deben «implicarse» en estos trabajos. «No hay que provocar la idea de que todo ha de venir de las instituciones, que hay que pedir para que se dé; los miembros de las comunidades parroquiales también deben sentir sus iglesias como algo propio». También lamentó López el hecho de que las cantidades que están siendo aportadas no alcanzan para arreglar todo lo necesario. Por ejemplo, su diócesis acumula 200 peticiones de arreglos pero el año pasado sólo se hizo frente a 20.