Diario de León

Los edificios singulares de la «cannaba», donde se asentaba la población civil, no han sido localizados

León no ha descubierto aún tres cuartas partes de la ciudad romana

El subsuelo oculta, entre otros restos, las casas del legado y las de los tribunos

León

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León no ha descubierto aún tres cuartas partes de la ciudad romana. El campamento que fundaron la Legio VI Vinctrix y, posteriormente, la VII Gemina, y los dos asentamientos civiles de esa época -al otro lado de la muralla y en lo que hoy es Puente Castro-, siguen siendo aún un gran enigma. Las más de 200 excavaciones llevadas a cabo desde la entrada en vigor en 1993 del plan especial del casco antiguo sólo han permitido desenterrar hasta la fecha una cuarta parte del pasado romano. Edificaciones tan singulares como el Praetorium, es decir, la residencia del gobernador, así como los domicilios de los tribunos -magistrados que tenían también atribuciones militares, políticas y económicas-, continúan bajo tierra. El arqueólogo municipal, Victorino García Marcos, cree que el Praetorium estaría situado entre lo que hoy es la calle Serranos y Santa Marina, en la parte posterior de los Principia -el cuartel general de la Legio VII, cuyos restos aparecieron en un solar de la calle San Pelayo-. Los edificios singulares de la cannaba -la zona extramuros donde habitaba la población civil- siguen sin salir a la luz. Es posible que en esta zona hubiera un foro, templos, termas, posadas, tallares, establecimientos artesanales, las casas de nobles ciudadanos y algún edificio público civil. La necrópolis perdida Tampoco ha aparecido una gran necrópolis. Sólo se han localizado algunas tumbas romanas en dos enclaves diferentes: en el camus de Vegazana, por lo que no estarían relacionadas con el campamento, y en la calle monasterio, en el barrio de San Claudio. Aunque los arqueólogos han conseguido «meter el pico» en buena parte de la ciudad antigua, las excavaciones siguen deparando sorpresas, como la mencionada aparición del cuartel general de la Legio VII y de un anfiteatro en la calle Cascalerías, que será conservado en una cripta arqueológica. De momento, hay muchas incógnitas, especialmente sobre la vida cotidiana de los fundadores de la ciudad. Algunas incripciones y marcas de cerámicas han permitido averiguar la identidad de varios gobernantes y de los principales alfareros (Cayo Licinio Maximo, L. M. Gem y el apodado Caliga), pero la mayoría permanecen en el anonimato. El enclave romano en la etapa de la Legio VII pudo tener una población, según estima García Marcos, de unos 10.000 habitantes. La cifra, asegura, hay que tomarla con mucha cautela, porque es posible que entre legionarios y población civil superasen ampliamente este número. Restos únicos A priori, la mayoría de los restos aparecidos en León pueden parecer poco espectaculares desde el punto de vista de su monumentalidad. Apenas trozos de muros y cimientos a los que hay que echarles mucha imaginación para darse una idea de lo que eran. El Ayuntamiento y el Ildefe, asesorados por García Marcos, han realizado una espléndida reconstrucción virtual de los dos campamentos romanos, que permiten «pasear» por las murallas, los Principia y los barracones (ver la página www.leon.es). Pero las apariencias, en este caso, engañan: tanto los Principia como el anfiteatro son prácticamente únicos en el mundo. Respecto a estos últimos, sólo hay constancia de otros cinco espacios de las mismas características en el territorio imperial. El anfiteatro tiene carácter militar, está ubicado fuera del campamento, y es hermano de otros descubiertos en Austria e Inglaterra. Los Principia, centro neurálgico del campamento, organizado en torno a un gran patio de columnas, concentrarían el archivo y el arsenal de la ciudad. Bajo estas ruinas han aparecido restos de los dos campamentos anteriores de la Legio VI, lo que hace suponer que se trata, asimismo, de los cuarteles generales de dichos acantonamientos militares. También la muralla altoimperial de León (la de cubos) es la única que se levantó con levas llegadas de Oriente. Los arqueólogos han encontrado restos de escudos que sólo se han aparecido en esa parte del mundo. La propia Catedral es guardiana de un importante legado romano. El templo se edifició sobre las termas construidas en el siglo II. La anterior concejala de Patrimonio, la socialista Evelia Fernández, tuvo intención de desenterrar este enigma. El plan era reabrir las excavaciones en la cripta norte, donde hace décadas se localizaron los restos de las antiguas termas romanas, un espacio reutilizado en la Edad Media como panteón. En aquella época se recuperó parte de un mosaico con temas marinos que hoy guarda el Museo de León. La reapertura de los trabajos arqueológicos permitirá averiguar si las termas contaban con una basilica thermarum; una teoría lanzada por García Marcos durante el Congreso sobre la Catedral que se celebró en el 2003. En diferentes solares de la ciudad se han podido reconstruir las cuatro murallas sucesivas que construyeron los romanos, desde la de tapines y tierra a la tardorromana. Algunos de los objetos más curiosos han aparecido extramuros, en los solares que hoy ocupan Pallarés y el instituto Juan del Enzina, utilizados por los romanos como vertederos: desde una vasija decorada con las figuras de Rómulo y Remo a partes de corazas y una buena colección de monedas. Praetorium La casa del legado (ver la reconstrucción en la web leon.es) se situaría probablemente al norte de los Principia. Los «domi tribonorum» (casas de los tribunos) estarían al sur de la Via Principalis (actual Calle Ancha). Eran casas de gran tamaño y confort, que disponían de amplias habitaciones e, incluso, con calefacción. La «cannaba» Es la zona donde vive la población civil. En esta parte ha sido localizado el anfiteatro. Pero otras importantes construcciones, como el foro, templos, talleres de artesanos y casas de los más notables no han sido localizados aún. Había dos asentamientos civiles, uno fuera de la muralla y otro, en Puente Castro, donde apareció una villa.

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