Un siglo de Galicia

ES CLARO que el siglo veinte es un periodo histórico especialmente intenso en la historia de la humanidad, aunque la percepción que muchos de sus protagonistas han dado de esta centuria haya estado presidida por el desencanto o por la crítica a los excesos producidos, sea en los avances tecnológicos y científicos, sea en la intensidad de sus guerras con sus consecuencias de millones de muertos, refugiados y desplazados. Civilización y barbarie se entrecruzan de forma sistemática en su trazado, formando una malla muy espesa que define el siglo veinte. Se trata, con todo, de una época que ha transformado cualitativamente el planeta Tierra, en el que miles de millones de sus habitantes han visto modificados sus niveles de vida, hasta el punto de que cerca de las tres cuartas partes de la humanidad han abandonado la edad media en la que se encontraban. La novedad del siglo veinte está en el hecho de que sus mudanzas afectan a millones de individuos. Es el siglo de la sociedad de masas, como había previsto Ortega en su ensayo La rebelión de las masas , escrito a finales de los años veinte. Si esta mirada panorámica del siglo la fijamos en un objetivo mucho menor, el de la realidad histórica de un pequeño país como Galicia, los resultados obtenidos no se hallan muy lejos de aquella visión planetaria. Incluso se podría decir que, por la intensidad de los cambios que experimenta Galicia durante el siglo veinte, la importancia cualitativa de esta centuria es todavía mayor para la sociedad gallega, dado el punto del que aquella partía, definido por un abrumador peso del mundo rural, una inexistencia de la revolución industrial moderna, una débil trama urbana, comunicaciones interiores poco articuladas y una masiva emigración exterior. El siglo veinte es el siglo de las mudanzas y de la modernidad, de la desagrarización intensa de la sociedad gallega y de su toma de conciencia cultural y política sobre algunos de sus rasgos identitarios. En este viaje, Galicia no ha caminado sola. Ha seguido, incluso con alguna demora, la ruta trazada por la sociedad española y europea. Parece evidente que, dentro de una continuidad propia de la evolución histórica, hay periodos y hechos del siglo veinte, que marcaron intensamente la sociedad gallega, bien por la ruptura cualitativa que aquellos aportaban, bien por los efectos traumáticos producidos, como sucedió con la guerra civil. Acontecimiento central del siglo veinte español, tuvo la particularidad de ser una «extraña guerra», al truncar súbitamente un proceso histórico en fase primaveral. Pero más allá de hechos singulares, en esta visión panorámica de la centuria se pueden distinguir líneas de fuerza que definen el siglo XX. Reproducción de la introducción a «Galicia siglo XX» , obra realizada por Ramón Villares.