El mejor cine de Hollywood

La filmoteca de Caja España retoma su actividad cambiando de sede -se traslada de la sala de proyección de la calle Santa Nonia a las instalaciones del Ateneo Cultural de El Albéitar-, e inaugurando el domingo como día de inicio de la exhibición de ciclos. Esta tarde, a las 20.00 horas, comienza uno dedicado al realizador norteamericano Howard Hawks, en el que se mostrarán cuatro de sus títulos más representativos, Tener y no tener ( hoy), Sólo los ángeles tienen alas (lunes), Los caballeros las prefieren rubias (martes) y Río Rojo (miércoles); una selección que pone de manifiesto el absoluto dominio que mostraba este polifacético autor en todos los géneros; el cine negro, de aventuras, el musical y el western. En unos tiempos en los que el cine comercial vive sus horas más bajas en materia creativa, resultan reveladoras este tipo de revisiones, a medio camino entre la nostalgia y la lección magistral, que devuelven el placer de contemplar en pantalla grande unas propuestas artísticas que dieron sentido a la definición «séptimo arte». Imágenes tan poderosas como la melena de Lauren Bacall, el sombrero de cowboy de John Wayne o el vestido de seda rosa con el que Marilyn afirmaba que «los diamantes son los mejores amigos de las chicas», han pasado a la historia trascendiendo la mera imaginería hollywoodiense para instalarse en la memoria colectiva de espectadores de los cinco continentes como punto de referencia del cine norteamericano. Discípulo aventajado Una industria que tuvo en Hawks (1896-1977) a uno de sus más aventajados discípulos. Versado en tareas de guionista, productor, montador y realizador, este inquieto creador, que también tuvo tiempo para estudiar ingeniería, y pilotar aviones y coches de carreras, supo desarrollar un sólido estilo personal que todavía se mantiene como punto de referencia imprescindible para nuevas generaciones de cineastas. De su amplia filmografía, iniciada en 1926 con El espejo del alma y clausurada en 1970 con Río Lobo, se han seleccionado, para rendirle este pequeño homenaje, un cuarteto de historias protagonizadas por parejas tan rutilantes como las formadas por Humphrey Bogart y Lauren Bacall, Cary Grant y Rita Hayworth, Marilyn Monroe y Jane Russell, y John Wayne con Montgomery Clift. Un añorado universo artístico que resume las claves del cine clásico, una época dorada en la que el juego narrativo primaba por encima de cualquier otra consideración. Cuando el mejor efecto especial era el talento.