El concejal niega que la orquesta tenga sentido en su situación actual
Ordóñez aplaza «sine die» la vuelta de la Sinfónica de León
«La situación a la que ha llegado la Orquesta Odón Alonso es insostenible y es hora de dar a conocer a la opinión pública lo que desde esta concejalía se está estudiando en relación a una nueva reestructuración de la misma, ya que es el Ayuntamiento quien financia los gastos de la citada formación y su infraestructura». Con estas palabras, el concejal de Cultura, Alfonso Ordóñez, aseguró ayer que se abrirá un periodo de reflexión acerca de la Sinfónica, aunque aseguró que el Ayuntamiento correrá con todos sus gastos. El edil señaló que la Orquesta genera unos gastos de 348.762 euros anuales, mientras los ingresos por taquilla ascienden a 25. 237. «Estos datos hablan por sí solos; la orquesta se limita únicamente a esos nueve conciertos en el Auditorio y no sale de la provincia. Vamos a abrir un período de reflexión», aseguró. Otro punto sobre el cual hizo especial hincapié Ordóñez fue sobre la labor del director y los músicos. Del primero señaló que no puede dedicarse totalmente a la orquesta ya que, al ser primer violín de la orquesta de Castilla y León, tiene otras obligaciones que le impiden estar en los ensayos el tiempo necesario. Esto es extensible a buena parte de los músicos que integran la orquesta Odón Alonso, formada en un 60% por miembros de otras agrupaciones. «Por todo ello -continuó- creo que es momento de cuestionarse si queremos que la orquesta tenga mayor o menor proyección en la ciudad, en la provincia o en una comunidad autónoma, ya que tal como esta la orquesta deja bastante que desear». El edil recordó que nunca se han llevado las cuentas, los ensayos, dos a la semana, se cambiaban cuando convenía al igual que las programaciones. «Se ha encargado una auditoria y sorprendentemente no se puede efectuar porque no hay libros de cuentas, ni inventario diario de patrimonio, ni actas de las sesiones, ni nada», denunció. El concejal explicó su convencimiento en el hecho de que los únicos que pueden defender una orquesta de estas características más allá de lo artístico son el director de la orquesta y algunos de sus músicos. «Cualquier orquesta debe tener unos objetivos y un programa; dudo mucho que con un concierto al mes en el Auditorio podamos estar satisfechos», manifestó. Ordóñez terminó asegurando que la Orquesta no desaparecerá pero cambiará.