Un entorno aúlico salvado gracias a la labor de tres historiadores leoneses
Las investigaciones desarrolladas por Margarita Torres, Victorino García y Fernando Miguel cambiaron este año de manera radical las ideas que siempre habían envuelto un palacio poco valorado por la ciudad. La historiadora demostró que el inmueble había sido la sede de los reyes de León, echando abajo la tesis defendida por Sánchez Albornoz, quien situaba el entorno entre las calles cardiles, Varillas, Conde Luna y Pozo. Para llegar a esta conclusión, Margarita Torres analizó modelos similares (Toledo, Mérida, Córdoba, Falperra y Oviedo), estudió las estructuras palaciegas de la época e investigó numerosas fuentes documentales. Entre ellas, cabe destacar aquella en la que se hace referencia al obispo don Pedro. El prelado construye un hospital junto al monasterio de San Marcelo y, al referirse a la disposición de estos edificios, dice que se encuentran fuera de la muralla, s ubtus palatium regis , esto es, bajo el palacio real. La única posibilidad es que se refiera al palacio del Conde. A esta obviedad hay que unir el hecho de que, durante toda la Baja Edad Media, las esquinas de las actuales calles Conde de rebolledo y Rúa recibían el nombre de s o las cámaras del rey . En el caso de la investigación realizada por los arqueólogos Victorino García y Fernando Miguel Hernández, se demostró la existencia de cinco fases constructivas en el palacio: la bajomedieval, la renacentista, la barroca, la burguesa y la mercantil. El estudio constató que, desde el punto de vista artístico, tanto la torre renacentista -de estilo toscano- como el cuerpo gótico resultan de gran valor. Por otro lado, de especial importancia resulta la labor de limpieza que los dos arqueólogos realizaron en el verano del año pasado y gracias a la cual se descubriron gran número de las pinturas que hoy están siendo restauradas. Con ellas, según afirmaba por entonces Margarita Torres, se había descubierto un panorama iconográfico heráldico tardogótico que permitiría descifrar una fase apasionante de la historia de León. Para muestra, un botón: la hija de Hernán Cortés casó con el conde don Luis y este matrimonio posibilitó entre otras cosas la rehabilitación del palacio.