Diario de León

Escritor

«La sociedad leonesa es más complicada de lo que parece»

El escritor firma hoy en El Corte Inglés ejemplares de «La reina sin espejo», en la que recupera a los agentes Bevilacqua y Chamorro

El escritor y abogado madrileño Lorenzo Silva, autor de más de una veintena de libros

El escritor y abogado madrileño Lorenzo Silva, autor de más de una veintena de libros

León

Creado:

Actualizado:

Tenía una deuda con León. Hace un año tuvo que suspender una cita con sus lectores. Hoy firmará ejemplares de La reina sin espejo en El Corte Inglés. Lorenzo Silva, que cambió el Derecho por la literatura, conoce bien los problemas de León, especialmente, de la minería. Aquí tiene buenos amigos y sigue también de cerca a Llamazares, Merino y Luis Mateo. -Usted reivindica la figura del escritor profesional y del autor que vive de los premios... -Reivindico la figura del escritor que se toma en serio su oficio, que ofrece un trabajo honesto al lector y que aspira a vivir de su trabajo. He escrito 22 libros y sólo he presentado tres a premios. -¿Cree en la limpieza de los premios? -En la de algunos, sí, porque he estado dentro. En cuanto a otros, prefiero no acusar de lo que no tengo pruebas. -¿Por quién apuesta para el Cervantes? -Ni idea. No le doy excesivo valor a los premios a toro pasado. Prefiero aquellos que ayudan a un escritor a llegar al lector. En los Nobel, por ejemplo, brillan más las omisiones. Ninguno de los grandes escritores del siglo XX lo ha ganado. -¿El Nadal le cambió la vida? -Me la hizo más fácil en algunos aspectos y más difícil, en otros. Me dio a conocer a más lectores y a las editoriales. Pero también me la complicó. Vivía de mi trabajo como abogado y la literatura quedaba para el tiempo libre. Pasé dos años apretado con ambas ocupaciones, hasta que decidí dejar la abogacía. -¿El Derecho lo ha abandonado definitivamente? -Sigo teniendo el carné del colegio de abogados. Si lo necesito, volveré a ejercer. -Ha dicho que no cree en el estilo, sino en contar historias interesantes. -No creo en la obsesión del estilo. Pero quien se dedica a la creación no puede despreocuparse del estilo. Yo reescribo mucho. Sin embargo, es cierto que me interesa más provocar emoción o reflexión en el lector. -«La reina sin espejo» es la cuarta novela del sargento Bevilacqua y el cabo Chamorro. ¿Piensa seguir los pasos de Montalbán con Pepe Carvalho? -No creo que llegue a escribir tantos como Montalbán de Carvalho. Pero me parece un ejemplo muy válido, por su reflejo de la realidad contemporánea. -¿Qué relación mantiene con sus personajes más famosos? -Buena. Existen, porque me apeteció inventarlos. Su punto de vista para abordar la realidad me parece interesante. Hago otras historias que quizá tienen menos repercusión. La vida es así. -En esta novela hay una descripción de la Barcelona actual, ¿no es extraño en estos tiempos, viniendo de un madrileño? -No sé por qué. Nací en Madrid, pero me he movido todo lo que he podido. He procurado conocer y entender a la gente y no dejarme llevar por los arquetipos. La realidad siempre es más compleja. Mis editores son barceloneses y, cuando he trabajo en otros oficios, he ido allí con frecuencia; también a León, y no me quedé con dos estampas costumbristas. -¿Qué imagen tiene de León? -He vivido algunos de sus problemas más acuciantes, como el de la minería del Bierzo. Es una sociedad más complicada de lo que parece. La minería era una industria floreciente que intenta salir adelante; y hay gente que aplica el ingenio y otros, la picaresca. -León también tiene una larga y brillante lista de escritores, ¿le gusta alguno? -Creo que Julio Llamazares es un espléndido escritor de libros de viajes; Luis Mateo Díez ha creado un maravilloso territorio (Celama); y José María Merino es un maestro del relato breve. -¿Le molesta que de 22 obras que ha escrito las de Bevilacqua sean las más populares? -No. Las hay que son conocidas en otros ámbitos, como el juvenil. Pero me dan muchas satisfacciones, como los libros sobre Marruecos, que han tenido decenas de miles de lectores. -En «El déspota adolescente» tocaba el difícil género del relato breve, ¿volverá a él? -Sí, sigo escribiendo de vez en cuando. Aunque pienso en historias de largo aliento, que es lo que me estimula. -«La flaqueza del bolchevique se llevó al cine», ¿le gustaría que adaptaran otros libros? -También se han llevado al cine El alquimista impaciente y El lejano país de los estanques . No me obsesiona el cine. Me gusta crear historias con la palabra. Lugar: El Corte Inglés (librería). Hora: de 18.00 a 20.00.

tracking