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El escritor, desconocido para el gran público, logró el apoyo de siete de los diez miembros del jurado

El mexicano Sergio Pitol obtiene por mayoría el Premio Cervantes

Entre los finalistas, una vez más el poeta leonés Antonio Gamoneda, Juan Marsé y Echenique

Publicado por
Miguel Lorenci - madrid
León

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La literatura poliédrica, anticipadora, libre y más que singular de Sergio Pitol (Puebla, México, 1933) se hizo ayer acreedora al premio Cervantes 2005. El narrador, ensayista, traductor, diplomático y editor mexicano se adjudicó por mayoría -siete votos de diez- la edición más especial de los últimos años, la que se fallaba en el cuarto centenario de la publicación de El Quijote. Lo obtuvo gracias a una obra que mezcla géneros, tan intensa como escasa y poco conocida, y en la que el jurado apreció un vivo eco cervantino y un talante innovador y adelantado a su tiempo. Como la de Cervantes, la obra de Pitol es «una constante reflexión sobre la literatura», destacó el jurado. Funcionó la ley no escrita que hace que el premio mayor de la letras españolas, dotado con más 90.000 euros, salte cada año a una orilla del Atlántico. El Cervantes no recalaba en México desde hacía 18 años, cuando en 1987 fue para Carlos Fuentes. Pitol toma el relevo del español Rafael Sánchez Ferlosio, que excusó su presencia y no se sumó a las deliberaciones del jurado «por compromiso inexcusable». En ese jurado estaba también al española Ana María Matute, que figuraba entre las candidatas al galardón, pero que optó por autoexcluir su candidatura y mantenerse en el jurado de este gran premio institucional fallado por vez primera en 1976. Finalistas La candidatura de Pitol, tenido por un autor de culto, se impuso a las de otros grandes autores latinoamericanos como Mario Bendetti, Alfredo Bryce Echenique, Tomás Eloy Martínez, Sergio Ramírez, José Emilio Pacheco, Fernando del Paso o Ricardo Piglia. Fue la ministra de Cultura, Carmen Calvo, quien, contra la costumbre, enumeró a todos y cada uno de los finalistas y precisó los votos que fueron para Pitol: siete. Habían propuesto al mexicano la Real Academia Española (RAE), la academia mexicana, sus compatriotas Juan Villoro y Ángeles Mastretta y el también escritor Rodrigo Fresán. Entre los españoles se quedaron este año en la cuneta aspirantes eternos como Carlos Bousoño, Juan Goytisolo, Juan Marsé o el poeta leonés Antonio Gamoenda, además de la autoexcluida Ana María Matute. Hubo cinco votaciones y no tardó mucho en perfilarse como ganadora la candidatura del heterodoxo y singular escritor mexicano. El presidente del jurado y director de la RAE, Víctor García de la Concha, dijo que se trató de «una deliberación libre, muy serena y muy documentada». Vida difícil Tras vivir un infancia desgraciada y durísima por la muerte de su padres y su hermana, y padecer una malaria que le tuvo años postrado en una cama, Pitol se licenció en Derecho y Letras e ingresó en el cuerpo diplomático. Viajero impenitente, su vida ha transcurrido entre Europa y América, desde que abandonara México por primera vez en 1960.