Un insulto a la historia
Montse Armengou piensa que es un «escándalo» que durante el 60 aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis, todavía no se haya puesto «la primera piedra, en estos campos y en España, de un monumento por las 927 víctimas del convoy de Mauthausen». La periodista recuerda que «muchos de estos deportados se jugaron la vida guardándose en los bolsillos negativos de los horrores de Mauthausen, que luego fueron pruebas en los juicios de Nuremberg y sirvieron para condenar a criminales nazis como Albert Speer». Por todo ello, Armengou y Belis piden «algo más que gestos» al Gobierno español, porque «no puede ser que España, que es un país de la UE, del primer mundo, de Europa occidental, que ha firmado los tratados sobre derechos humanos y desaparecidos, luego no los cumpla». A juicio de Armengou, «un país que no reconoce totalmente a una parte de sus víctimas, de sus muertos, está insultando su historia».