«Fidel da ejemplo a chicos queno aceptan la homosexualidad»

Vuela alto. Eduardo Casanova, que es Fidel en Aída, un chico afeminado que se enfrenta a problemas del entorno por su identidad, apenas ha cumplido los 14 años y ya se ha cambiado el apellido artístico, de Reina a Casanova, para ir reafirmando su nombre en la interpretación. Un descubridor de talentos, Luis San Narciso, vio en el chico un diamante en bruto, y los guionistas de la serie de Globomedia para Telecinco han aprovechado para su personalidad para adaptarla al papel. Tiene desparpajo, es muy creativo y sin duda encontrará su lugar porque, de momento, demuestra tener claro lo que quiere. -¿Cómo te sientes en tu personaje? -Me cae muy bien. Es muy simpático, original, con mucha personalidad y muy contemporáneo, que rompe moldes. -Es la primera vez que los guionistas de la televisión crean un personaje tan afeminado en un chico de tu edad. -Yo creo que es lo que más ha podido impactar del personaje. Pero en una serie cómica siempre se sobrevaloran los rasgos, se aumentan. -¿Te resulta difícil meterte en la piel de un personaje como Fidel? -Al principio sí, cuando vas creando su mundo. Me han ayudado los actores y todo el equipo. Pero ahora se hace fácil. Además yo me lo tomo como un juego de estrategia en el que tienes que ir consiguiendo metas. Es un reto que me gusta mucho. -¿Te consideras tan listo y tan empollón como él? -Ya quisiera yo. Yo soy un chico de cincos, seis, si acaso siete puntos en los exámenes. Muy normalito. En los paros del rodaje me tengo que poner las pilas, pero los cursos los voy sacando. -¿Cómo llegaste a interesarte por la interpretación? -Hay chicos que al salir de clase hacen judo, otros van a la piscina y a mí me gustaba el teatro. Me metí en una agencia para buscar papeles, al año siguiente en una escuela de teatro y llegué a un cásting que hizo Luis San Narciso. Mi madre trabaja al lado de platós donde se graban muchas series de televisión y como me atraía mucho este mundo me iba con ella y aprovechaba para escaparme a los rodajes. A mí me gusta actuar desde muy pequeñito, es una vocación. -Pero es una profesión difícil. Muchos chicos de tu edad se han perdido por el camino... -He tenido mucha suerte porque es un trabajo muy sufrido y competitivo. Pero el que algo quiere, algo le cuesta. -¿Y no has pensado en una profesión como alternativa? -Sí. Yo sé que este trabajo es muy bonito, pero también resulta pan para hoy y hambre para mañana. Por eso es bueno pensar en otra actividad. Quiero hacer mi carrera de Arte Dramático, pero también diseño y moda. Hago diseños de ropa y también pinto. Con tiempo y despacito me gustaría estudiar Bellas Artes y dirección de cine. Además, escribo novelas cortas. -Parece que tienes unos rasgos similares a los de tu personaje... -En algo me tendría que parecer. Han intentado aprovechar mi personalidad para adaptarla al personaje. -¿Qué opinas de las parejas gay? -Sinceramente creo que la palabra gay no debería de existir. Me parece una cosa muy normal a la que no se le debe dar importancia. Por supuesto tienen que tener todos los derechos de las parejas heterosexuales, que cada uno haga lo que quiera y que no existan los complejos. Estoy a favor las bodas y de las adopciones por homosexuales, unos derechos que deberían existir desde la prehistoria. -Pero hay mucha controversia sobre este tema... -A la Iglesia va a ser difícil cambiarla porque siguen igual de prehistóricos que en el siglo V y nunca cambiarán. Y el PP, pues cada uno tiene sus ideas y hay que respetarlas, pero quien manda es quien manda. -Y un chico como Fidel ¿no tendría problemas en el cole? -De hecho las tiene. Fidel está dando un ejemplo a los chicos que tienen ese problema, que están en un quiero y no puedo, que les da miedo expresar lo que sienten. Fidel es una puerta para que acepten lo que son. -¿Fidel ha aceptado que es homosexual? - Fidel es homosexual, siempre lo ha sido y lo será.