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| Entrevista | Iker Jiménez |

«La ciencia no es la única realidad»

Precedido por el éxito de su programa radiofónico «Milenio 3» en la Ser, Jiménez consigue ahora, tras poco más de un mes, que «Cuarto milenio» sea el espacio más visto de Cuatro

Publicado por
J. Luis Álvarez - león
León

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Iker Jiménez conduce desde hace un mes en Cuatro Cuarto Milenio , la única puerta al misterio abierta en la televisión en España. Alabado por unos y denostado por otros, presenta todos los domingos con «dignidad» unos asuntos sobre los que «habitualmente se ha burlado la televisión». Precedido por el éxito de Milenio 3 en la Ser, Jiménez ha conseguido que el espacio sea ya el espacio de mayor audiencia de la nueva cadena, con 1,1 millones de espectadores la pasada semana. -¿Cómo eligen los temas de «Cuarto Milenio»? -A través de la documentación recogida durante muchos años de trabajo entre Carmen (Porter, subdirectora del programa) y yo. La tele ha sido un medio muy desagradecido con estos temas, porque habitualmente se ha burlado de ellos. Quiero dar un poco de dignidad a estos asuntos y parece que la gente ha entendido ese mensaje, como demuestra que con sólo tres programas hemos recibido más de 5.000 fotografías. Podría haber hecho un programa mucho más espectacular, pero faltaría a la verdad. -¿Qué es más difícil, conseguir audiencia televisión o en la radio? -En la radio, la fidelidad de la audiencia es mayor al no existir el fenómeno del zapping, mientras que en la televisión se mueve más por impulsos. -¿Cómo comenzó su afición por el misterio? -Cuando tenía 10 años y vivía en Vitoria descubrí por casualidad en casa de un familiar un libro sobre los ovnis. Aquel libro me aterró. Al día siguiente, el diario El Correo sacó una noticia de que muy cerca de donde yo estaba la policía había intervenido en un caso de ovnis. Me dio un «subidón». Cogí una bicicleta y me fui a ver los testigos para entrevistarlos. -En pleno siglo XXI, ¿la ciencia y el misterio se dan la mano? -En algunas ocasiones sí y en otras no. Existe un reduccionismo que me asusta, por el que sólo la verdad se puede llevar al laboratorio. Sin embargo, hay cosas como la intuición, el sentimiento o las sensaciones que no se pueden llevar. Por eso creo que la realidad no es sólo la ciencia. -¿Por qué se critica esa realidad que no es ciencia? -El gran misterio es por qué están mal vistos estos temas que enganchan a todo el mundo. Estos asuntos tocan la fibra sensible de las personas, pero hay un interés en hacer creer que son charlatanerías. Parece que la curiosidad está mal vista y que hay gente que quiere que sólo conozcamos parte de las cosas. -Desde que empezó a trabajar, con 17 años, ¿cuál ha sido la experiencia más extraña? -Es muy difícil decirlo. Puede que no sea el caso más espectacular. Me ocurrió hace ocho años, cuando trabajaba para la revista de Fernando Jiménez del Oso ( Enigmas ). Era el caso del llamado niño de Tordesillas, que había sido atacado por un objeto que le había causado heridas. Le encontré veinte años después de los hechos. Me causó una profunda impresión personal las increíbles casualidades que me empujaron a esta investigación. -¿Le ha asustado algo? -Sí, muchas veces. Desde fuera se tiene la impresión errónea de que por dedicarse a esto no se tiene miedo. Es al revés. Tienes bastante por la información que manejas. He estado en algunos lugares que me han producido una sensación de muy mal rollo, que te dice que tienes que salir de ahí, pero te quedas porque es más la curiosidad que el miedo. -¿En qué cree? -En el relojero cósmico. Creo que alguien puso todo esto en movimiento y creo en ese constructor cósmico que ha hecho que este engranaje se mueva. Por eso hay mil cosas aún por descubrir. -¿Qué enigma le gustaría resolver? -Todos. Por qué demonios interesa el misterio, a dónde vamos, qué misión tenemos. Sé que nunca lo voy a conseguir, pero me gustaría responder o acercarme a alguna de las grandes preguntas. -¿Preparan un programa especial para Navidad? -Lo hemos propuesto para el día 25. Hablar de Jesús genera un interés brutal. Puedo adelantar que nos van a dejar examinar el Santo Sudario de la Catedral de Oviedo. Según las pruebas de ADN a que ha sido sometido, se corresponde con la pieza que falta a la Sábana Santa de Turín.