Muere a los 91 años Julián Marías, el último referente de la filosofía de Ortega

El filósofo y escritor Julián Marías, figura clave del pensamiento español del siglo XX, falleció ayer jueves en Madrid a los 91 años de edad. Discípulo de Ortega y Gasset y Xavier Zubiri, miembro de las academias de la Lengua y de Bella Artes y ex senador por designación real, poseía el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, que recibió en 1996. La capilla ardiente con los restos mortales del gran pensador, que falleció en su domicilio, quedó ayer instalada en el tanatorio de La Paz, en el municipio madrileño de Tres Cantos. Por allí pasaron a lo largo de la jornada familiares, amigos y representantes del mundo de la universidad, la cultura y el periodismo. La ministra Carmen Calvo calificó a Marías como uno de los «grandes intelectuales» españoles y un «gran entusiasta y hombre lector del mundo que le rodeaba». Los restos mortales del filósofo recibirán sepultura hoy en el cementerio madrileño de La Almudena. Alumno de Ortega Sincero con su manera de trabajar, el filósofo aseguró en más de una ocasión que «nunca he escrito nada que no pensaba», aunque sostenía que para manejarse en una sociedad como la española hay que tener «ciertas dosis de valor». Sin embargo, esto no coartó su amplia labor periodística y de divulgación, por la que en 1996 recibió el Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades. Consideraba a su maestro Ortega y Gasset como «la gran figura intelectual del siglo XX en filosofía, y no sólo en España». Por este motivo, toda su obra estuvo marcada por el pensador. Siempre reconoció sentirse afortunado de su paso por la universidad de la época de la II República, de la que destacaba su «espíritu de libertad, vocación intelectual y calidad en el profesorado». Allí asistió a las clases de José Ortega y Gasset, de quien se convertiría en amigo y principal discípulo. Durante la contienda civil luchó en las filas de la República. En esos años comenzó a colaborar en el diario AB C y la revista Blanco y Negro . Al término de la guerra pasó varios meses en prisiones del franquismo. En 1941 publicó la primera edición de su Historia de la Filosofía , mientras preparaba su tesis doctoral, dirigida por Xavier Zubiri. Sin embargo, ésta fue suspendida con el voto en contra de Manuel García Morente. Ese año contrajo matrimonio con Dolores Franco Manero, con la que tuvo cinco hijos varones. Colaboración filosófica Ortega y Gasset regresó a España en 1948 y fundó junto a Marías el Instituto de Humanidades de Madrid. A la muerte del maestro, en 1955, el alumno pasó a presidir la institución. Antes, en 1951 volvió a presentar una tesis, con la que consiguió el doctorado en Filosofía por la Universidad de Madrid. El paso por la cárcel le impidió ejercer la docencia en España. Sobre este tema solía recordar al inicio de sus conferencias que no había logrado el título de catedrático porque siempre se había negado a jurar los principios fundamentales del Movimiento. Solía decir que la cultura oficial no le había admitido nunca, ni siquiera después de muerto Franco. Por ello, viajó a Estados Unidos, donde dio clases e impartió lecciones magistrales en centros de renombre como Harvard, Yale y el Wellesley College. En 1964 fue nombrado miembro de la Real Academia Española, donde ocupaba el sillón S mayúscula. Tras la muerte de Franco, entre 1977 y 1979, fue senador por designación real. A lo largo de su extensa trayectoria escribió más de 60 obras, en la que desatacan títulos como Historia de la Filosofía , con más de 40 reediciones, El método histórico de las generaciones , El orificio del pensamiento , España inteligible y La educación sentimental . El filósofo católico se convirtió en el primer español que ingresó en el Consejo Internacional Pontificio para la Cultura. Además fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico y de la Hispanic Society of American de Nueva York. En 1996 le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades junto a Indro Montanelli. El fallo destacó la «nítida y dilatada trayectoria intelectual» de Marías, junto a su «amplia proyección cultural y académica en numerosos países».