El agua

EL AGUA es motivo de un par de campañas publicitarias televisivas, sino en todos, en la mayoría de los canales. Natural, el agua es un bien muy valioso, escasea y nunca se le tomó en serio con eso tan cómodo de que cae del cielo¿ cuando llueve, claro. Cierto que la tele es un medio poderoso para remover a la ciudadanía, aunque a veces sea para mal (véase los perniciosos efectos de los «reality shows» o el desamparo de la chavalada ante determinados contenidos), y los resultados parezcan escasos (las campañas de Tráfico, que no detienen la hemorragia del asfalto). Pero nunca sobran, sin duda. Con todo, son curiosos los matices en ambos spots en torno al agua. El apadrinado por la Comunidad de Murcia insiste en que el agua «es de todos», con lo cual se aprecia en el mensaje un cierto reproche político que, siendo mal pensados, nos llevará al bronco asunto del trasvase del Tajo. El promovido por el Ministerio competente, pone el agua junto a otros temas (incendios, contaminación¿), en el mismo objetivo de un llamamiento solidario aunque sin el matiz reivindicativo que parece contener el otro. En el fondo, ambos intentan concienciar al ciudadano, pero en lo subliminal se aprecian otros juegos que seguramente escapan a parte de la audiencia. El lado perverso de la tele.