Junto a la autora roblana fue distinguido el músico Antón García Abril
Josefina Aldecoa, galardonada con la Gran Cruz de Alfonso X
La escritora leonesa abogó en su discurso «por una educación pública, ambiciosa y para todos»
La ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, reconoció ayer «la gran contribución a la educación» de la escritora leonesa Josefina Aldecoa y del músico aragonés Antón García Abril durante la ceremonia de imposición a ambos de la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio. El Consejo de Ministros había aprobado el pasado viernes la concesión de las cruces a Aldecoa y García Abril por su «extraordinaria contribución al mundo de la educación y la cultura». La ministra destacó durante el acto, celebrado en el Ministerio de Educación, la labor pedagógica de Aldecoa, «desde un centro educativo y con sus novelas» y la de García Abril, «con sus importantes obras musicales y la formación musical de tanta gente». En su intervención, Josefina Aldecoa agradeció el galardón citando a Juan Ramón Jiménez, «tenerlo todo pero con esfuerzo, sentir la alegría del haber hecho», y apostó «por una educación pública ambiciosa para todos». Aldecoa, nacida en la localidad leonesa de La Robla, pero madrileña de adopción, es una representante destacada de la novela española y de lo que se considera la «generación de los 50». Desde 1959 dirige un centro privado, el Colegio Estilo de Madrid, con un modelo pedagógico que era inédito en su época. Fruto de la combinación de su labor docente y el talento para la novela nació uno de sus títulos más celebrados, Historia de una maestra . Compositor y docente Por su parte, Antón García Abril aseguró al recoger su distinción que la recibía «en nombre de los músicos españoles, ya que los premia a todos». Este profesional, nacido en Teruel, desarrolla desde hace medio siglo su actividad en Madrid, y al cargo de la Cátedra de Composición en el Conservatorio de Música ha formado durante tres décadas a los mejores creadores musicales del país, convirtiéndose en maestro respetado e indiscutible de sucesivas generaciones. Además, San Segundo otorgó también la Corbata de la Orden al Colegio-Escolanía de Infantes de Nuestra Señora del Pilar y a la Escolanía del Monasterio de Montserrat. La ministra animó a los integrantes de las escolanías a «seguir proyectando sus esfuerzos en el futuro» y reconoció su trabajo de «educación de los niños a través de la música».