INTERFERENCIAS
Cuenta atrás
EL DOMINGO habrá palmarés de los Goya (con sabor gallego en animación), y TVE calienta motores para contribuir a una expectación nunca asegurada. Normal que el público todavía sienta como ajena la fiesta del cine español, en buena parte porque los exhibidores le dan la espalda. De poco valen las imágenes de Obaba, Princesas o Siete vírgenes , por citar algunas de las más exitosas, si la cartelera las birla. Qué decir de buena parte de las nominadas, algunas ya en DVD o a punto de salir. Loable la apuesta de TVE, la única generalista (junto a las autonómicas, aunque en cantidades modestas) que pone pasta en las películas de aquí. Sobre todo ante la cicatería y el desprecio de las privadas, que se pasan por el arco del triunfo lo del 5% para invertir en ficción española. Miradas 2 (La 2) hace memoria sobre los Goya durante esta semana, pero suena a testimonial porque, dígase lo que se diga, el mercado del home cinema ya factura más que las salas, con el cine español logrando cifras que no son para tirar cohetes. La vieja aspiración de acceder a la pantalla grande, está cada vez más distante. Por si no bastara, desciende el número de espectadores, claramente decantados por los blockbuster (exitaxos) norteamericanos. O sea que si El código da Vinci vendió 25 millones de ejemplares, imaginen los millones de entradas que hará cuando se estrene el próximo mayo, con Hanks a la cabeza. Contra eso, el cine español, pena, penita, pena¿