Profesor de Etnografía y escritor
«Gracias a los molinos en León se comía mejor»
El autor de «Vigías en los ríos» cree que estas explotaciones de agua han sido claves durante más de 2.000 años y que en la provincia representaron una fuente inagotable para la economía
Carlos Junquera (Veguellina, 1943) puede relatar la función del molino de agua en la sociedad leonesa del siglo XX, o narrar sus aventuras de baños en la presa cerrajera, en el Molino de Solas, su favorito, cuando era un niño y posiblemente no soñara con dar clase de Etnografía en la Complutense. El molino ha sido economía y tradición, presente en el folclore, como queda recogido en completos trabajos como el de Antonio Álvarez Arias en Folclore leonés. Desde esta perspectiva tan global, Junquera señala en Vigías en los ríos (Eunate) las peculiaridades de toda una forma de vida. -¿Cuál es la huella de los molinos en los ríos de León? -Lamentablemente, en estos momentos una huella que se borra. Apenas los hay que puedan moler. La modernidad se impone. Y ocurre que además hay un momento en el que en nuestros pueblos leoneses vivir en una casa de piedra era sinónimo de pobreza y nadie quería. -Era como no querer vivir de lo que te da de comer. -Sí, porque en los últimos 2.000 años hemos vivido de eso. -¿Cuál es la peculiaridad de los molinos de León? -Son molinos harineros y de linaza. Sánchez Albornoz se refiere a ellos y dice que las truchas hechas con aceite de linaza están más sabrosas. -¿Cómo disfrutó de este recorrido por estas antiguas instalaciones? -Pues disfrutando de la gente, que se portó de maravilla. Sólo tuvimos una anécdota negativa con una señora que no nos dejó entrar. -¿Y su molino favorito? ¿Lo tiene? -Sí. El molino de Solas, en la presa Cerrajera. Porque yo iba ahí de pequeño. Nos bañábamos allí. Y en tiempos del estraperlo los chavales tenían que estar por allí agazapados y se encargaban de avisar cuando llegaba la Guardia Civil. También he querido homenajear a los molineros. -¿Por qué no hay rutas de molinos en León, como ocurre en Galicia, por ejemplo? -Yo intenté que se hicieran, pero hubo una serie de problemas y se desechó la idea. El deterioro, de todas formas, es general en muchas partes. -Qué ha querido transmitir con «Vigías en los ríos»? -Quiero que les sirva a mis alumnos como material de trabajo. Con el libro pretendo transmitir la importancia que tuvo la molienda y cómo los molinos tenían un papel muy importante en la economía local. Es un homenaje a toda esa gente. Gracias a los molinos se comía mejor. Estamos ante una cultura de siglos.