El defensor

BUENA idea la de crear la Oficina del Defensor del Telespectador y del Radioyente por parte de RTVE. Hasta hace pocos años, esta figura, como la del Defensor del Lector en los periódicos o la del Oyente en las emisoras de radio, provocaba más dudas que otra cosa, en parte porque quizá se tenía al consumidor por una masa amorfa que ni arre ni só, pero los tiempos cambian. Pese a que a veces haya motivos para el pesimismo (en el caso de la televisión, el entusiasmo inicial por la telebasura era alarmante), son cada vez más quienes consumen Comunicación con una mirada más incisiva, deseosos de mantenerse vigilantes o dispuestos a la participación. Entre los argumentos que se barajan para justificar la figura del Defensor, está la de que TVE es televisión pública, y como tal los ciudadanos somos de alguna manera copropietarios con derecho a opinar. Como es natural, sería absurdo pretender que reiteradas quejas sobre tal o cual contenido, llevaran a la caída de ese programa, porque el Defensor ni es un comisario ni un vigilante. Pero si un cauce de opinión que servirá a los responsables de la cadena a fijar criterios. Tal cosa nunca ocurrirá en una privada porque así como cuentan con millones de forofos, también se cuentan por millones sus detractores. Sería caótico para sus intereses. Hace bien CRTVE porque a través de defensor@crtve.es tendrán un magnífico instrumento para mejorar o rectificar.