«La ayuda cultural es un derecho, no una gracia que se concede»

La legislación le prohíbe, como a todos, fumar en el trabajo, pero el despacho de Wenceslao Álvarez Oblanca (Azadinos, 1951) sigue manteniendo un persistente y suave aroma a tabaco de pipa. Metódico y ordenado, este licenciado en Filosofía y Letras, archivero de profesión, lleva alrededor de un año al frente del Instituto Leonés de Cultura, el organismo dependiente de la Diputación que en el 2006 se enfrenta a importantes retos, el mayor de los cuales es continuar apoyando las iniciativas culturales que surjan en la intrincada y a veces tan solitaria red de pueblos y aldeas leonesas. -¿Qué balance hace de la actividad del ILC el año pasado, a principios del cual tomó posesión del cargo? -Yo entré con un presupuesto ya aprobado, en enero, y toda mi obsesión ha sido ejecutar ese presupuesto, lo cual se ha llevado a cabo en un grado muy alto. Nuestro ámbito de actuación es muy amplio (patrimonio, ayudas, exposiciones, bibliobuses), pero creo que hemos conseguido consolidar el tejido cultural de la provincia, porque es lo que no se da cuenta la gente, que trabajamos para los pueblos. -Sí, hay quien dice que las acciones del ILC no se ven en León... -Es que no deben verse en León capital. Si dejamos a un lado las exposiciones en la sede, nosotros trabajamos, sobre todo, por y para la provincia. -¿De qué manera se hace presente el Instituto en ese medio? - Nosotros apoyamos lo que se quiere hacer desde la provincia, desde la sociedad de la provincia; la nuestra no es una actuación dirigista. Antes, los pueblos esperaban que la administración les ofertase «cosas», les dieras un «abanico» de posibilidades y ellos escogían. Pero ahora son ellos quienes tienen que hacer cosas, que proponer iniciativas, y el Instituto les proporciona ayudas. Ése ha sido un salto cualitativo muy grande. -¿Y lo hacen? ¿Se solicitan muchas subvenciones? -Sí, cada vez se piden más. Pero es que debe ser así: los ayuntamientos, las juntas vecinales, las asociaciones... deben exigirlas, porque es un derecho, no una gracia que se les concede. Es el ansia por ir creciendo culturalmente lo que mueve todo, la realidad va tirando de nosotros, y ese debate siempre va a ser fructífero. Hoy se nota cómo se va abandonando la pasividad y el concepto de cultura totalmente subvencionada o dirigida. Huimos de dar el cien por cien, pero siempre vamos a ser ayuda. -¿Qué actividades destacaría de entre las que el ILC ha apoyado o va a apoyar? -Tenemos campos nuevos, como el cine, la ayuda a la realización de documentales. Es una manera de diversificar. Pero es que hemos heredado de la Diputación un campo muy amplio, muy exhaustivo: toda la «cultura de base», como el mantenimiento de archivos, bibliotecas y museos o la atención al patrimonio, que se nos lleva casi un 80% de la actividad. Somos garantía de cultura de base, por eso es complicado hablar de grandes proyectos. En eso somos subsidiarios de los ayuntamientos, que son los que tienen las competencias. Pero estamos presentes en multitud de proyectos, que van desde el ámbito local al autonómico, como el Proyecto Vías Augustas. -Personalmente, ¿cuál es su reto para este año? -Me preocupa sobre todo el hecho de modernizar nuestra gestión, ser más ágiles, ofrecer un servicio más cercano y más útil. -¿Qué debe hacer una persona o entidad que desee ayuda para una iniciativa cultural o una rehabilitación del patrimonio? -Esperamos que este año salgan las convocatorias de subvención antes del verano, pero se nos puede consultar directamente sobre ellas. Habría que ver en qué apartado cabría esa ayuda. -¿Qué ha ocurrido con la revista «Tierras de León» y la serie «Breviarios de la calle del Pez? -La revista sufrió un parón, pero va a salir ya mismo un nuevo número, y los libros lo mismo, estamos trabajando sobre dos obras, una de Félix Pacho y otra, el clásico de Martín Galindo sobre el León del siglo XVII. En cuanto a otras iniciativas, puedo decirte que durante este año 2006 se va a avanzar mucho en el Museo Etnográfico de León, en Mansilla, y la restauración del Palacete de Independencia. -¿Cómo ve la provincia, a todos los niveles, a día de hoy? -En algunas zonas está devastada. Y, sin embargo, nosotros hacemos lo posible por llevar un concierto a una iglesia o por consolidar un equipamiento... pero que no se le pida a la cultura lo que los demás (empresas, educación, sanidad) no hacen en ningún caso o abandonaron hace tiempo. Que no se nos carguen a nosotros los problemas de ningún sector. -¿Con qué presupuesto cuenta el ILC para este año? -Casi cinco millones de euros. Bueno, exactamente 4.893.000.