La asociación en pro del Patrimonio envía cartas de repulsa al director del Instituto de la Lengua
Promonumenta exige a Santonja que rectifique por llamarles «termitas»
Escribe en un libro que «Sandoval es campo de experimentación para exploradores domingueros»
No les cita textualmente. Pero no hace falta. Los miembros de Promonumenta son los únicos que se han ocupado en los últimos catorce años del Monasterio de Sandoval. Por eso, se dan por aludidos cuando Gonzalo Santonja, director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, escribe en un libro: «Sandoval es un impune campo de experimentación para una variada fauna de exploradores domingueros, seudoarqueólogos y mentalmente menopáusicos aficionados a las antigüedades, en su animonso conjunto más demoledores que el peor batallón de termitas imaginable...». El párrafo se cita en la página 335 del libro Lo que se llevaron de esta tierra , donde el autor enumeraba varios monumentos expoliados en Castilla y León. Aquel libro vio la luz en 1994 y ahora, dieciséis años después, Santonja publica Museo de la Niebla , en cuya página 226 aparece el mismo polémico párrafo, aunque ha eliminado la expresión «mentalmentente menopáusicos» y ha sustituido «aficionados» por «delictivamente adictos a las antigüedades». Promonumenta denuncia que esta obra, publicada por la eidtorial Ámbito, está siendo distribuida por la Junta, como «regalo institucional». Santonja recibirá medio millar de cartas en los próximos días de socios de Promonumenta, quienes le exigen una rectificación. Agustín Suárez, presidente de Promonumenta, asegura que el libro, aparte de «fatalmente escrito», desvela la «poca educación» de Santonja. Añade que alguien que «cobra un millón y medio de euros del erario público» falta además a la verdad, ya que habla de total abandono del monumento, olvidando que se ha rescatado el coro del monasterio -merced a la labor personal de los socios de Promonumenta-. Además, Sandoval, considerado por esta asociación como su «buque insignia», ha conseguido que la Junta invertiera en él entre 1994 y el 2003 más de 480.000 euros. Según Suárez, el libro de Santonja revela «ignorancia, incompetencia y mala fe». Por ello, las cartas irán acompañadas de abundante documentación.