«Zapatero llamaba la atención en la Universidad porque era un líder»

Catedrático de Derecho Mercantil y decano en la Facultad de Derecho de León en los ochenta, José Manuel Otero Lastres dejó una gran huella en varias generaciones de alumnos, entre ellos, el actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro del Interior, José Antonio Alonso. Recuerda a ambos como brillantes alumnos y líderes estudiantiles. Hoy presenta en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, a las siete de la tarde, su tercer libro de relatos breves, Las nubes pueden ser gemelas , ilustrado por el artista leonés más internacional, Eduardo Arroyo. Intervendrán Carlos Reigosa, prologuista del libro, Arroyo, Santiago Rey Fernández-Latorre, presidente de la Corporación Voz y del Diario de León -periódico del que es columnista habitual Otero Lastres- y cerrará el acto Zapatero. Profundo admirador de la amplia cantera de escritores leoneses, confiesa que sus predilectos son José María Merino y Antonio Pereira. Su otra gran pasión, aparte del Derecho y la literatura, es el fútbol. Hace años que colgó las botas, pero ahora es miembro de la junta directiva del Real Madrid. -¿De dónde le viene esa afición por el relato breve? -Aprendí a escribir con mi maestro y eso lo trasladé a los primeros textos de Derecho Mercantil que publiqué; luego, esa técnica la he utilizado para dejar volar mi imaginación en los relatos. -En León hay grandes escritores de relatos cortos, ¿cuál es su favorito? -José María Merino. Creo que también es muy pulcro literariamente y que cuida mucho el lenguaje Pereira. -¿Quién era mejor alumno: el presidente Zapatero o el ministro Alonso? -Los dos eran muy parecidos. Eran dos personas que destacaban por su personalidad. José Luis llamaba la atención porque era un líder entre los estudiantes. Alonso era muy inteligente. No eran de esos alumnos que pasan sin más por la Universidad. Creo que dejaron mucho como estudiantes y como líderes para las generaciones posteriores. -¿De dónde saca la inspiración para sus cuentos? -De mi propia vida y de pasear. Paseo bastante y voy fotografiando mentalmente cosas que luego me salen en los relatos. La vida te hace reproducir en los relatos todo aquello que te llama la atención. -¿Cómo recuerda su etapa de profesor de Derecho Mercantil en la Universidad de León? -No exagero si digo que fue la etapa más feliz de mi vida. Estuve muy integrado y fui muy bien acogido en la ciudad. Los recuerdos que guardo son excelentes. Estuve en León cinco años, entre 1981 y 1986. -Pero se fue a Madrid... -Sí, me viene a esta vorágine que no tiene nada que ver con la ciudad apacible que es León. -¿No cree que habría que cambiar el lenguaje jurídico? -Todas las materias tienen un lenguaje técnico. Lo tiene la Medicina y lo tiene el Derecho. No lo utilizamos para que los demás no nos comprendan. El Derecho viene de muy antiguo, desde Roma, y el lenguaje tiene la garantía de que las cosas se regulen como se regulan. El Derecho y la Justicia tienen una mística y una liturgia que se imponen sobre los particulares. -¿Qué hace en la junta directiva del Real Madrid? -Desarrollar otra faceta que es mi gran afición: el fútbol. Tengo la suerte de estar en la directiva del mejor club del siglo XX. Eso te hace sentir con mayor intensidad todo lo que ocurre en el fútbol. Siento más profundamente cuando perdemos y una gran satisfacción cuando ganamos. Y, por suerte, el Madrid gana más que pierde. -¿Y no ha jugado? -Sí jugué en la Universidad, con mis alumnos, y en el Aero Club. De los 15 a los 18 años sufrí una enfermedad pulmonar que no me permitió llegar a más en el fútbol. -¿De qué jugaba? -Empecé adelante y acabé atrás, como todos. Al principio jugaba de interior derecho; y al final, de líbero. -Ha escrito muchos libros, es miembro de destacadas instituciones, ha ganado varios premios de investigación, ¿cómo se consigue semejante currículum? -Lo más importante es ser personas. Somos como hojas que se caen y tienen que recorrer un espacio por el aire... Lo importante es que cuando caigan sigan siendo personas... -¿Cómo ha conseguido que el presidente del Gobierno asista hoy a la presentación de su libro? -José Luis y yo nos tenemos muchísimo afecto. Comenzamos con una relación tipo patronal-sindical (risas). Yo era el decano y él un líder estudiantil. Luego, él pasó a ser profesor. Nos tuvimos siempre mucha lealtad. Le comenté a su hermano Juan que me gustaría que presentara mi libro. Luego, nos encontramos en China. Yo estaba allí con el Real Madrid y él había ido a una reunión de Estado. Nos vimos en el palco del estadio de Pekín y me dijo que quería presentar mi libro, porque las antiguas amistades son las más importantes. No sé si es una osadía por mi parte restarle tiempo al presidente...