El Palacio de Botines invita a un viaje a la China del siglo XVIII

El Museo Oriental de Valladolid tiene cada año varias citas ineludibles con las salas de exposiciones de Caja España en León. Sus interminables fondos nos ofrecen siempre interesantísimas visiones de Extremo Oriente. En este caso llega al Palacio de Botines una impresionante serie de imágenes que hablan del viaje oficial que Lord Macartney realizó a finales del siglo XVIII al imperio chino. Explicó el director del museo vallisoletano, Blas Sierra, los avatares de la primera expedición inglesa que llamó a las puertas de los mandarines: «La primera vez que los británicos llegan a las puertas del Celeste Imperio fue en el verano de 1793, con la embajada que encabezó Macartney. Esta exposición nos da a conocer, a través de 71 grabados de la época, la historia del primer encuentro entre dos civilizaciones que se desconocían completamente entre sí. No es solamente una mirada hacia el pasado, con hermosas imágenes románticas y exóticas, su significado es mucho más amplio, se trata de la historia de un desencuentro entre Oriente y Occidente a nivel político, diplomático, comercial y económico. Y también es una historia plenamente actual y con importantes lecciones de cara al futuro». Comentando las imágenes, habló Sierra de su autor, William Alexander, quien plasmó sobre el terreno aquel insólito encuentro: «A través de estos grabados descubrimos los misterios de la misteriosa China. Nos adentramos en la realidad dieciochesca de las ciudades de Teientsin, Pekín, Jehol y participamos, como invitados muy especiales, en la audiencia que el emperador Qianlong ofreció en su residencia de verano. Nos divertimos con espectáculos de música, teatro y acrobacia, paseamos por los jardines imperiales y visitamos los templos de los Lamas». Monumentos milenarios Entre las grandes sorpresas de la embajada figura el encuentro con monumentos milenarios, especialmente con la ciclópea Muralla China. «Atravesaremos y conocemos la China profunda de norte a sur navegando por el Río Amarillo y el Canal Imperial». La civilización que se encontraron los arriesgados viajeros tenía poco que ver con el momento histórico que vivía Europa. «Nos sorprenden -dice Sierra- la vestimenta de los mandarines, los sistemas de transporte, los métodos de riego, los hombres con coleta y las mujeres sufriendo el suplicio de los pies vendados, los crueles castigos y las torturas a los delincuentes. Podemos familiarizarnos con el cultivo del arroz, la cría del gusano de seda, la pesca con el comorán y la bebida del té». Pero tan largo y peligroso viaje acabó siendo un fiasco. Desde el punto de vista político, diplomático, comercial y económico, la embajada fue un rotundo fracaso, aunque sin embargo tuvo el mérito de aportar interesantes conocimientos sobre China. Además, las imágenes de Alexander proporcionan el primer reportaje en imágenes de todos los tiempos. Horario: Laborables de 19.00 a 21.00; festivos de 12.00 a 14.00. Hasta el 5 de marzo.