El propietario del Vivaldi gana el concurso para explotar la tienda, cafetería y restaurante del Musac
Carlos D. Cidón llevaba meses esperando el resultado de un concurso para el que puso toda la carne en el asador. Por fin la Fundación Siglo, mentora del Musac, ha dado publicidad a su fallo sobre la concesión de la tienda, la cafetería y el restaurante del joven museo, que ha premiado el proyecto del dinámico cocinero del Vivaldi. Cidón llevará al nuevo espacio la luminosa presencia de su estrella Michelín. Confiesa emocionado el cocinero, que ya tenía rotos los nervios de tanto esperar, «Es una acción muy arriesgada y de gran calado económico -más de noventa millones de las antiguas pesetas, si todo se ajusta al presupuesto- y tenía ya muchas ganas de saber si podía ponerme de una vez manos a la obra. Cidón tiene un enorme interés en que el tiempo de las obras sea el mínimo posible. «Los técnicos me han asegurado que en un plazo aproximado de dos meses y medio podremos abrir las puertas de un ambicioso proyecto gastronómico enormemente comprometido con León y con el arte de vanguardia». En el proyecto figuran tres espacios diferentes, la tienda del museo y la cafetería, que estarán de alguna manera unidas y abiertas desde primeras horas de la mañana hasta la madrugada, y que contará, incluso, con conexiones a Internet, y el restaurante que contará una barra de coctelería a la que también tendrá acceso el público. En la decoración serán protagonistas unas enormes fotografías sobre temas gastronómicos a cargo de Imagen Mas. Los fotógrafos astorganos crearan en el mismo espacio un aula permanente para impartir clases de fotografía gastronómica. El mobiliario de todas las instalaciones será de diseño sencillo y vanguardista. En cuanto al proyecto gastronómico «lo que intentaremos es que toda nuestra actividad esté muy vinculada a las actividades del museo, pretendemos que nuestros platos reciban directamente la inspiración de las obras que en cada momento se expongan». A la barra llegará cada mediodía una extensa gama de tapas elaboradas especialmente para el lugar. A la hora de la comida tendremos un espacio reservado para comidas de trabajo, con un menú bastante módico. Por la tarde habrá una pequeña carta de té y chocolate., con una cocina de dulce en miniatura. Por la noche, tendremos lo que llamamos cocina joven. Otra actividad sugestiva del restaurante será la cámara oscura, en la que se servirán cenas a ciegas, en las que los comensales disfrutarán de los manjares sin la ayuda de los ojos.