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El profesor hará hincapié en su faceta pedagógica, en su relación con la Iglesia y su carácter liberal

Martínez Torres inicia hoy un ciclo de charlas dedicado a González de Lama

El catedrático hablará acerca de su infancia y juventud junto al que fuera director de Diario de León

Emilio Martínez Torres tuvo la oportunidad de crecer junto a Antonio González de Lama

Publicado por
Cristina Fanjul - león
León

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El profesor Emilio Martínez Torres inaugura hoy unas jornadas impulsadas por la Asociación de Amigos de Antonio González de Lama y patrocinadas por Caja España, acerca de la figura del cura de Valderas. La charla de hoy, que comienza a las ocho de la tarde y tendrá lugar en la sala Gordón Ordás de El Albéitar, tiene por título Recuerdos e infancia y juventud en Valderas . Emilio Martínez Torres desgranará durante la charla multitud de anécdotas y recuerdos de su niñez junto a González de Lama. Recuerda que el intelectual se entregó durante su vida a todo el que quiso acercarse a él, sin odios y sin rencillas. «A Antonio se le deben tan sólo dos adjetivos: bueno y sabio», explica Martínez Torres. En el seminario El catedrático rememora desde sus casi cien años de vida cómo se fue fraguando su amistad durante su estancia en el seminario. Evoca la figura juvenil de González de Lama como un hombre alejado de los juegos y siempre fiel a los libros. «Mientras nosotros jugábamos junto a un barranco, él nos hacía compañía explicándonos las bases del idealismo; su salud era escasa, pero era sin duda un gigante mental», define. Siempre generoso, don Antonio nunca decía no a quien se acercaba a él pidiéndole ayuda intelectual y, desde muy joven, comenzó a destacar en los certámenes poéticos y literarios a los que presentaba sus obras. Acerca de su distanciamiento de la fe cristiana, Martínez Torres constata que fue sin duda un hombre volcado en su vocación. «Tuvo la oportunidad de salir del seminario -pues obtuvo una beca para seguir estudiando- pero lo suyo era devoción real», explica. «Su evangelio se sostenía en tres patas: la fe -que nunca perdió-, el amor y el trabajo. Siempre estuvo orgulloso de ser sacerdote». Martínez Torres también hablará del carácter liberal del que fuera director de Diario de León. Asegura que fue ante todo un demócrata y que nunca estuvo conforme con la cruzada religiosa que supuso la guerra ni con muchas de las actitudes desarrolladas por la Iglesia durante la dictadura. «Ni las jerarquías se llevaron bien con él ni él con las jerarquías; nunca estuvo conforme con la imposición», explica. En este sentido, destaca que Ortega fue siempre la corriente predilecta de don Antonio. «Fue el hombre más destacado del siglo XX en León por la labor pedagógica que desarrolló; fue un profesor verdadero volcado en sus alumnos», asegura.