Diversionismo ideológico

SURGE en la tele el malecón de La Habana y una voz en off cuenta que Fidel acaba de prohibir el Hola y el Muy interesante en hoteles y establecimientos públicos. Un alto funcionario del régimen ha justificado la medida como una forma de poner coto al «diversionismo ideológico» que rezuman las páginas de las dos revistas. A partir de ahora, sólo podrán leerse por suscripción, nada de que anden por ahí sin control con el riesgo de que caigan en manos de alguna mulata de convicciones marxistas distraidas. Y es que el barbudo es muy listo. Los reportajes de diez páginas sobre la casa de Athina Onassis o los de los bajos sueldos de los astronautas de la NASA hacen más daño ideológico que los informes de Aministia Internacional sobre la persecución de los periodistas en Cuba. Miren si no lo que ocurrió ayer en este país con la tangana organizada por centenares de jornaleros en las calles de Sevilla por la entrega de la medalla de oro de Andalucía a la duquesa de Alba. La cobertura más extensa de los incidentes, con conexiones en directo incluidas, se dio en los programas del corazón, que revivieron por unos momentos escenas guerracivilistas. No sólo eso, en Aquí hay tomate los manifestantes denunciaron que la duquesa les obligaba a ir a misa, una denuncia sindical sin precedentes en la historia de la lucha de clases.