El periodista Pedro Corral dedica una novela a más de dos millones de «desertores» de la Guerra Civil

Soldados de izquierdas y de derechas que huían del frente en los primeros días de combate. Reclutas llamados a filas que se refugiaban en el monte o en escondites de sus propias casas. Combatientes que se mutilaban las manos o los pies para no seguir en las trincheras. Padres burgueses que sobornaban a los médicos con cantidades astronómicas para que éstos firmaran partes de inutilidad que eximieran a sus hijos de ir a la guerra. «Más de 2.000.000 de españoles evitaron, por diversos cauces, ir al frente», afirmó el periodista Pedro Corral (San Sebastián, 1963), autor de Desertores. La Guerra Civil que nadie quiere contar ( Debate). «Si hubiesen acudido todos los que llamaron a filas en uno y otro bando, la cifra se habría acercado a los 5.000.0000». Es decir, «uno de cada dos españoles en edad de luchar no cogió el fusil; algunos por causa justificada, si bien la mayoría lo hicieron a base de triquiñuelas». Corral explicó que la historia de los desertores ha sido «tapada», tanto por el lado nacional como por el republicano. «Se ha silenciado porque se consideraba una actitud ignominiosa», aseguró. Una de las imágenes más difundidas y simbólicas de la Guerra Civil es la que se ve a grupos de sonrientes soldados subidos en camionetas. A juicio de este periodista es una imagen «de propaganda» que «idealiza y deforma» lo que realmente ocurrió. «La gran mayoría de los españoles sentía miedo y terror; me atrevería a asegurar que fue una minoría de exaltados de uno y otro lado los que arrastraron a un país de 24.000.000 de habitantes a matarse entre ellos». Después de dos años de investigación en archivos y a pie de calle, Corral ha conseguido el testimonio de unos 30 desertores. «Encontré la identidad de más, pero no han querido contar su historia, quizá por una vergüenza mal entendida».