José Sacristán: «No interpreto a héroes, soy un actor doméstico»

«No amenazo con dar una conferencia», había dicho el actor de cine y teatro José Sacristán poco antes de intervenir en el salón de actos del Ayuntamiento, abriendo una nueva edición de las ya tradicionales Jornadas Socioculturales del Círculo Enpresarial Leonés. Y no amenazó porque no se sintió con autoridad suficiente como para hacer que se sentaran frente a él personas «que no tienen culpa ninguna» y «adoctrinarlas, mejor dicho, aburrirlas». Así, el veterano intérprete prefirió «dialogar» con el público acerca de un oficio que siempre le ha interesado: «el contador de historias». Sacristán manifestó su interés por ahondar en los rasgos «sociales, culturales, antropológicos, zoológicos» de esta profesión, por «descubrir» «dónde» y «cuándo» surgió la necesidad de crear este oficio, inherente al ser humano. Una charla que tituló El juego eterno , para la que se ayudó de algunas citas de su «maestro» Fernando Fernán Gómez. El protagonista de Un hombre llamado Flor de Otoño aseguró en su conferencia que hoy en día, como no podía ser de otra manera «se siguen contando historias» como en cualquier otra época, pero sujetas a las leyes «de la oferta y la demanda» y a ese «gran monstruo» de la información y el entretenimiento «que es la televisión»; en la que hay programas que, más que historias, «lo que salen son vísceras». El Auditorio, «maravilloso» Afortunadamente, prosiguió, aún hay gente que sigue mostrando «respeto y atención» al buen teatro, a esas programaciones «maravillosas», «como la del Auditorio que tenéis aquí». Ahora, sin embargo, en los medios audiovisuales «todo corre a gran velocidad», demasiado rápido. «No tengo autoridad ni datos suficientes» -comentó el actor-, para saber si antes «eran o no mejores historias», aunque, en lo relativo a nuestro país en materia cultural, estamos, dijo, «infinitamente mejor» que «antes de la llegada de la democracia». De todas formas, como aseguró, «el público es el mismo». En cuanto a la salud actual del teatro, simplemente dijo que es «la que es y no hay que darle más vueltas», y auguró que este arte «irá ocupando espacios más concretos, cumpliendo una misión determinada; lo que está claro es que nunca desaparecerá». Algo que también pasará con el cine, cuyos cauces de exhibición han cambiado («sólo el 17% de lo recaudado por las películas en Estados Unidos procede de las taquillas», informó). No obstante, a pesar de esa reflexión en torno a las nuevas tecnologías, aseguró que nunca vería una obra de teatro a través de Internet, porque el teatro «debe ser algo vivo», lo propio de este arte es «respirar al mismo tiempo que el actor». «No me atraen los héroes, soy más bien un actor doméstico, de mesa camilla», aseguró. El próximo miércoles día 8, el relevo en estas jornadas patrocinadas por Caja España, lo toma la periodista Cristina García Ramos, a las 20.00 en el mismo lugar.