Viaje por el informalismo español

La sala de exposiciones de la hospedería Fonseca en Salamanca acoge hasta el 26 de marzo la muestra retrospectiva más completa de los últimos 30 años del artista Lucio Muñoz. La universidad charra reúne más de una treintena de obras del autor, considerado uno de los máximos representantes del informalismo español de la segunda mitad del siglo XX, bajo el título El silencio de la madera . El hijo del artista, Rodrigo Muñoz, que asistió a la inauguración de la muestra, enmarcó la obra de su padre bajo la etiqueta de «abstracción naturalista» porque la naturaleza, al igual que la madera y el collage ocuparon un papel fundamental en la evolución artística del autor. Muñoz perteneció a la generación de los 50, un momento en el que se vive una auténtica eclosión de artistas que, tras la Guerra Civil, se convierten en la primera generación que se atreve a abandonar la pintura más académica y «se mete de lleno en el terreno de la abstracción». Desde su punto de vista, fue una generación muy anclada a la tradición de la pintura española pero también muy pendiente de la evolución artística fuera de las fronteras españolas. Así, en el caso de Lucio Muñoz, su estancia en París en el año 56 fue clave para cambiar el rumbo de su trayectoria creativa.